Frank Cuesta ha reaparecido en televisión para defenderse de las acusaciones que lo sitúan en el centro de la polémica en Tailandia. En una entrevista exclusiva concedida a Código 10 (Cuatro), el popular activista y defensor de los animales ha dado su versión sobre los vídeos filtrados que lo relacionaban con presuntas prácticas ilegales y que habrían derivado en denuncias formales en el país donde reside desde hace años.
Ha admitido que la situación es delicada, pero niega de forma tajante cualquier delito: “¿Voy a entrar en la cárcel? Supongo que no, pero esto es algo de lo que aprendes y yo he aprendido muchísimo”, ha declarado.
Cuesta ha lamentado que parte de la controversia pueda deberse a “problemas de traducción” en las noticias que han circulado sobre él: “Hay cosas que se han dicho en prensa que no son ciertas, supongo que por problemas de traducción”.
El momento más tenso de la entrevista ha llegado cuando Frank ha denunciado haber recibido amenazas dirigidas a su familia, concretamente a sus hijos: “Han amenazado a mis hijos, diciendo que si tocaban un animal irían a por ellos”.
También ha revelado que el conflicto tiene origen personal y señala a un antiguo amigo al que llama Chi: “Pretendía que tocase el botón de autodestrucción y se fuera todo a la mierda”. Para Cuesta, lo ocurrido no responde solo a malentendidos o conflictos ideológicos, sino que obedece a motivaciones emocionales y personales que surgen “por envidias, despechos y desilusiones… es sadismo puro y duro”.
Defiende su vida en Tailandia
Frank Cuesta ha defendido su arraigo en Tailandia, país en el que lleva décadas trabajando en la defensa de la fauna salvaje: “Esta tierra es lo que me dio lo más importante que tengo, mis hijos, y para mí sería terrible tener que irme porque es mi hogar”.
Pese a la presión mediática y las amenazas legales, Cuesta afirma que no tiene intención de abandonar el país. Tampoco cree que acabe entre rejas, aunque reconoce que la experiencia le ha dejado huella.