Roland Garros ha dado mucho de qué hablar, y no solo por la victoria del tenista español Rafael Nadal, que se ha hecho con su 14 trofeo y su Grand Slam número 22 tras vencer a Casper Ruud en la final de este domingo. Y es que el rey de la tierra batida se ha visto ensombrecido -al menos durante unas horas y en las redes sociales- por otro monarca y un extenista: Felipe VI y Alex Corretja. Este último ha protagonizado un momento fuera de lugar con el rey de España, quien ha asistido a la final en Francia.

Tras la victoria del deportista mallorquín, Corretja -extenista y ahora comentarista de Eurosport- ha entrevistado al hijo de Juan Carlos I en la cadena de televisión especializada en deportes. "Pocos hay tan competitivos como don Rafael", ha afirmado Felipe VI ante los micrófonos de esta. "Cuando se le mete un objetivo en la cabeza es difícil apartarlo", ha reconocido. 

Sin embargo, el protagonista inesperado de este momento no ha sido el jefe del Estado, sino el reconvertido reportero. Tras ser preguntado por el papel del deportista durante el torneo, de referencia mundial en este deporte, Corretja ha hecho algo sorprendente que ha desconcertado a los usuarios de las redes. Y es que le ha estrechado la mano, le ha tocado el hombro y le ha dado una palmada en la espalda, lo que va en contra del protocolo con la Casa Real.

Antes de este momento, Felipe VI ha alabado el hito de Nadal, sobre todo tras sus problemas en el pie durante todo el torneo, así como su paso por los cuartos de final contra Djokovic y las semifinales ante Zverev. "Está muy enterado", le ha dicho con humor Corretja, a lo que el monarca ha respondido que le gusta este deporte y que jugó "un poquito de pequeño, pero nada importante". "Nadal se merece esto, es una gozada verle jugar y una maravilla verle competir", ha afirmado Felipe VI.

"Como si fueran colegas"

Esta situación no ha pasado desapercibida en las redes sociales, sobre todo en Twitter, donde decenas de usuarios han afeado al extenista su falta de protocolo con el monarca. Con todo, los comentarios han ido desde el estupor -lo más generalizado- hasta la celebración por "normalizar a la gente" con ese gesto.

"No tienes ni idea de protocolo", "como si fueran amigos" o "la palmadita en el hombro como si fuerais colegas" son algunos de los mensajes que ha cosechado esta anécdota.