Hace algo más de dos meses que la joven influencer Elena Huelva, que conquistó las redes sociales con su entereza y coraje contra su enfermedad, el sarcoma de Ewing, falleció el 3 de enero.

Y es que su familia no la olvida y hace a diario que su espíritu no desfallezca y, por ello, este martes están de celebración, dado que se han trasladado desde Sevilla a Madrid con motivo de que el Baby Pelón de la Fundación Juegaterapia, un diseño de Elena Huelva, ha conseguido recaudar más de 87.000 euros para la investigación de este tipo de cáncer, el tumor en el estudio Inter-Ewing-1 y en el que participa el Grupo Español de Investigación de Sarcomas (GEIS).

“Esto era un sueño de Elena. […] Lo único que importa al final es la salud. Mi hermana siempre decía que lo único que salva vidas. Como nosotros la tenemos, vamos a seguir con lo que ella empezó. Tenemos que continuar porque ella nos lo pidió y queremos hacerlo por todos los que vendrán que, por desgracia, serán muchos”, declara Emi Huelva, hermana de la joven sevillana fallecida, al diario ABC.

El proyecto de Elena Huelva

La idea de la joven con sarcoma de Ewing empezó a tomar forma hace tiempo atrás, pero fue el pasado 21 de diciembre cuando el muñeco Baby Pelón salió a la luz. “Siempre quiso crear uno. Decidió a dónde iba a ir el dinero recaudado con él”, continúa señalando su hermana, cuyos fondos irán dirigidos a la investigación del que es el tercer tumor de cáncer de huesos más común en humanos y que afecta, en su mayor medida, a niños, adolescentes y adultos jóvenes.

En sus últimos días de vida pudo dejar su marca en el diseño del juguete, donde incluyó en el pañuelo notas musicales por su gran pasión a la música, unos guantes de boxeo, símbolo de su resistencia a la enfermedad, y flores de color morado, que para ella representaban la vida y el amor. Además, su seña distintiva puede leerse con la frase que marcó su fama en redes sociales: ‘Mis ganas ganan’.

“Había que hacer rápido su Baby Pelón porque no había tiempo. Trabajamos sin descanso porque queríamos hacerla feliz. El esfuerzo mereció la pena”, afirma la presidenta de la Fundación Juegaterapia, Mónica Esteban, en conversaciones con el medio citado en líneas anteriores.

Fue el 3 de enero cuando, después de algunos mensajes de preocupación de la propia Elena Huelva los días previos sobre su estado de salud, su hermana Emi escribió a través de las redes sociales de la influencer la triste noticia de su fallecimiento: “Desde esta mañana, Elena os baila y os mira desde las estrellas”, unas palabras que dejaron un vacío en los miles de corazones de sus seguidores que, durante los días posteriores, no dejaron de recordarla con todo el cariño posible.

Elena Huelva se alzó en redes sociales como una voz esperanzadora sobre el tumor óseo maligno para recordar en todo momento que siempre existe un lado bueno de las cosas: “La pequeña y gran diferencia de mirar las cosas en negativo o en positivo”, publicó en uno de sus post de Instagram.

El sarcoma de Ewing en España

Este tipo de cáncer se manifiesta como un tumor óseo maligno y debilita los huesos, especialmente los de los brazos, piernas, columna y pelvis. Una enfermedad rara que requiere de un tratamiento complejo y que, por ende, de muchos más recursos para su investigación y tratamientos.

Según los datos que aportaron el doctor Enrique de Álava y la doctora Marquina del Hospital Clínico San Carlos de Madrid en conversaciones con ElPlural.com, en España se diagnostican al año en torno a 450 casos de esta enfermedad. "Aproximadamente el 65% de los pacientes con sarcoma de Ewing está vivo a los 5 años del diagnóstico. Esta cifra baja en los pacientes con enfermedad metastásica a un 30% (aproximadamente) y es más alta en los pacientes con enfermedad localizada (aproximadamente, un 75%)", explicaron.

Cabe destacar que el caso de Elena Huelva no fue el único conocido. La periodista Olatz Vázquez, el joven de 20 años Charlie o el deportista Pablo Ráez fueron otros de los ejemplos que saltaron al foco mediático y de las redes sociales por su gran coraje a la hora de afrontar la enfermedad. Personas que, al fallecer, también dejaron su huella.