Desde la noche del lunes hasta la mañana de este martes, toda España ha estado pendiente de la esperada aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2023, la principal tarea pendiente del Gobierno de coalición que, al fin, ha resultado satisfactoria para ambas partes. Ante tal anuncio, los medios de comunicación se han hecho eco y Joaquín Prat ha protagonizado una reacción de lo más sonada.

El presentador de El Programa de Ana Rosa comentaba esta mañana del martes con el resto de sus colaboradores la noticia teniendo en cuenta que ésta se ha anunciado de madrugada, entorno a las 7:00 horas: “Poco después, la ministra de Hacienda ya publicó una foto de los presupuestos impresos. Sí que funciona bien la impresora de Moncloa”, comentaba con un tono desenfadado.

De este modo, Prat rescataba las declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, horas antes del acuerdo, cuando argumentaba que estaba complicado llegar a este por las diferencias entre PSOE y Unidas Podemos en, entre otras, la Ley de Vivienda o en políticas sociales. “A las 6:55 horas, hay acuerdo, después de una intensísima madrugada de negociaciones. Apenas una hora después, ya los tienen impresos. Que fenómenos”, ha concluido.

 

Detalles sobre los terceros presupuestos del Gobierno de Sánchez

No ha sido hasta la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrada a mediodía en el Palacio de La Moncloa cuando se han dado a conocer los principales detalles del acuerdo con el que se han conformado los PGE 2023. En este, y a pesar de las peticiones de la formación morada, no se incluye la Ley de Vivienda ya que, en palabras de la ministra María Jesús Montero, ésta “no tiene su sitio aquí”. No obstante, sí que se ha dado espacio a otra de las peticiones de Podemos: la Ley de Familias.

La clave principal de los presupuestos es la subida de todas las pensiones un 8,5% medio, en base a la revalorización del IPC marcado por ley, además de otras medidas de especial relevancia como el aumento del gasto social en un 60% del total, marcado así por la inflación disparada y la crisis energética derivada de la guerra impulsada por Vladimir Putin en Ucrania. Asimismo, y siendo otro de los puntos que no se conocían hasta el momento de su anuncio, es el aumento en el gasto en Defensa, aunque este ha venido defendido por la creación de empleo en el sector y que no se centra en la “visión militarista” que a priori puede dar a entender.