Una camarera ha denunciado en Twitter el mensaje de un empresario de la hostelería que la quería explotar laboralmente. A través de la cuenta Soy Camarero, que publica historias reales de esta profesión en la red social, la mujer ha metido un repaso a su posible empleador, constatando una vez más con su vivencia que este es uno de los sectores más precarios en España.

El perfil de Twitter, centrado en la precariedad laboral y los problemas cotidianos de los trabajadores de la hostelería y la restauración, se ha hecho eco de una conversación entre la candidata a un puesto de trabajo en el sector y el empresario de un establecimiento. “Pero es que no hay camareros…”, ha sido la frase en tono irónico que ha utilizado para introducir la captura de pantalla con el intercambio de palabras entre ambos.

La falta de profesionales es una queja muy recurrente entre los empresarios del sector, una situación ficticia que se ha desmentido una y otra vez con la publicación de infinidad de supuestas ofertas laborales que, en muchos casos, representan una ilegalidad. “Te digo las condiciones por si estás interesada: jornada completa de 8 horas, un día y medio de descanso, 900 euros al mes, damos de alta media jornada”, ha propuesto el empresario de la hostelería a la aspirante al empleo.

El repaso de la camarera al empresario

Ante esta presunta oferta laboral, que no cumple con los requisitos mínimos exigidos por la ley, la candidata a camarera ha respondido con un contundente repaso al empresario. “A ver si entiendo, quiere darme de alta a media jornada (20 horas semanales) y que trabaje 8 horas diarias, 6 días y medio, un total de 44 horas”, ha expuesto la mujer, quien ha evidenciado desde el principio la ilegalidad que le estaba proponiendo.

Después de señalar el fraude a la Seguridad Social, al cotizar por debajo de las horas efectivas de trabajo, y una jornada laboral que excede las 40 horas semanales máximas establecidas por la legislación actual, la trabajadora ha continuado con su respuesta al empresario: “Por el precio del trabajo a media jornada, que más o menos sale a 5 euros la hora”.

Así, la aspirante a camarera ha constatado que el empleador pretende que la persona que ejerza el puesto cotice la mitad de las horas trabajadas y, además, reciba la mitad del salario por ese mismo tiempo. Por ello, la mujer se ha mostrado contundente con su última frase en forma de pregunta para denunciar la explotación laboral del empresario: “¿Vergüenza le queda o ya la ha agotado?”.