La periodista Pilar Eyre ha señalado en un nuevo artículo en su blog en la revista ‘Lecturas’ las anécdotas y los aspectos más desconocidos de la reina Letizia, “la reina europea que menos relación tiene con los medios”. Así, la experta en Casa Real argumenta que los diecisiete años de vida pública de la mujer de Felipe VI, de los que siete han sido como reina, han dejado “un ramillete de anécdotas” que pueden ayudar a desentrañar “el enigma Letizia”.

El primer punto que Eyre reseña es el amor pasional por Felipe VI, poniendo el ejemplo de una cacería a la que fueron cuando todavía eran novios y donde se les preparó una habitación para cada uno por separado. Entonces, Letizia protestó, asegurando que se iban y así fue, porque al día siguiente ambos abandonaron la finca toledana pretextando un compromiso familiar.

También describe a la reina como perfeccionista, meticulosa, sincera, presumida y rebelde. En este sentido explica que modificó el diseño de su vestido de novia hasta el punto que al final no se parecía casi en nada al original creado por el modisto y que encargó un bikini en los primeros veranos de casada y pasó seis veces por el taller para ser modificado según sus instrucciones. Sobre su sinceridad explica un episodio de la reina en una comida en Barcelona, donde una señora que se sentó a su lado le comentó que tenía siete hijos y que la mayor se iba a casar. Letizia preguntó se vivían juntos y cuando la señora le contestó que no porque no lo veía correcto, la monarca aseguró con rotundidad que eso era “malísimo” porque deben “convivir antes de casarse”.

No obstante, Eyre explica que a la mujer de Felipe VIle encanta sentirse bien y gustar” y se ha convertido en “una experta en nutrición”: en su casa no entran productos procesados, azúcar, refrescos, harina blanca, café o alcohol. Su carácter rebelde se dejó notar, tal como explica Eyre, en 2014 en una reunión en Atenas con la familia real griega, su suegra y sus cuñadas, donde no abrió la boca en toda la comida, se mostró con un gesto de enfado y se levantó de la mesa en los postres.

El primer desencuentro familiar lo vivió cuando estaba embarazada de Leonor, cuando se iba a celebrar el bautizo de la hija de Cristina en la capilla de la Zarzuela. En ese momento la infanta le pidió que alojara a sus suegros, pero Letizia se negó porque no los conocía. Su relación con el protocolo también es un punto destacable en la vida de la reina, ya que hasta el momento de su boda fue tratada de tú, pero después del evento pasó al de señora o alteza, lo que no la sorprendió.

La mala relación con su suegro que se cree no ha sido tal, según comenta la periodista. Eyre señala que no ha sido “ni buena ni mala”, explicando que por aquel entonces hacía más vida con Corinna que con su familia. Pero con quien sí habría tenido desencuentros ha sido con Sofía, ya antes de la boda advirtió a Felipe de que nunca sería como su madre ni aguantará lo que ha aguantado ella. Sobre sus amigos, varios han comentado a Eyre que hace años que no se ven. “Siempre ha sido muy solitaria, un verso suelto”.