Las redes sociales son una plataforma en la que se vierten multitud de comentarios, puntos de vista e ideologías de distinto calibre, lo que da pie a los mensajes en tono crítico, e incluso de odio y ataque. Es el caso que lleva sufriendo desde hace tiempo Ángela Rodríguez Pam por su cuerpo y por su notoriedad pública.

La secretaria de Estado contra la Violencia de Género, durante los últimos meses, ha sido objeto de mensajes hirientes por su apariencia física y ha sido este miércoles cuando ha dicho ‘basta’ a todos estos ataques sin fundamento. “La cantidad de comentarios que recibo sobre mi peso y mi aspecto son intolerables”, comenzó condenando a través de su cuenta oficial de Twitter.

“No lo muestro por victimizarme, para encontrarme mejor voy al psicólogo, sino para reivindicar disentir en política sin faltas de respeto”, ha aclarado. Para terminar, ha vuelto a reivindicar que “todos los cuerpos son válidos”: “Basta de gordofobia”, ha instado a modo de conclusión.

Y es que esta clase de mensajes no son aislados. En concreto, Rodríguez Pam contestaba con su ‘basta’ a una frase de un usuario anónimo que decía lo siguiente: “Tú no corras que te partes los tobillos”. Otros ejemplos van en la misma dirección: “Que no comas tanto” o “Tú no cabes ni en tu sofá”. Incluso algunos internautas han ido al ataque con imágenes que denigran su físico.

En la otra cara de la moneda, los comentarios positivos, de apoyo y de cariño no tardaron de sucederse. “No les hagas caso”, decía uno. “Aunque hay días que uno no puede evitar que le afecte, son cobardes, su vida es tan triste que se tienen que crear cuentas anónimas para insultar”, respaldó otro.

Insultos físicos en política

Lo cierto es que esta pronunciación de Rodríguez Pam viene de lejos. La 'número dos' de Irene Montero, allá por el mes de mayo en el podcast ‘Esto es nutrición’, ya abordó la misma cuestión, aunque trasladándola al ámbito político. Fue así como insistió en que recibe mucho odio por ser “gorda”.

Y es que las redes sociales no habrían sido solamente la única plataforma en la que habría recibido esta clase de comentarios. “Es un tema complejo porque hay muchas mujeres en política a las que insultan. Pero no a todas nos insultan por lo mismo y a mí una de las cosas por las que más me insultan es por ser gorda, por ser fea”, sostuvo.

Fue en este tono como insistió que se debe hablar más abiertamente sobre el problema de la gordofobia, no única y expresamente en el ámbito social, sino también desde las instituciones. “No está bien y me gustaría que otras mujeres que tengan cuerpos diversos también sientan que el espacio público y el poder es para ellas”.

Es así como confesó que pensaba en reiteradas ocasiones “cuántas personas gordas había en el Congreso de los Diputados”, argumentando que, al igual que suele suceder en otros oficios de cara al público, “no hay porque la gente que está en política también encaja en una serie de cánones para hacer comunicación”.

¿Qué es la gordofobia?

Este concepto se refiere a un sesgo y un prejuicio social que lleva a discriminar, infravalorar e incluso llegar al insulto hacia una persona con sobrepeso o que no entra dentro de los cánones de belleza establecidos. Y es que por culpa de esta concepción se tiende a pensar que las personas con mayor peso sufren de falta de autoestima y cuentan con problemas de alimentación.

La gordofobia no debe confundirse con la obesofobia, ya que son dos términos completamente distintos. Esta última se refiere al miedo a subir de peso o fobia a acumular grasa corporal, es decir, una percepción negativa sobre la propia forma del cuerpo humano.

En cuanto a la gordofobia, es necesario remarcar que es una de las discriminaciones más extendidas socialmente junto con el racismo, la homofobia o la xenofobia. Dicho lo cual, y dado su calado entre la población, el 4 de marzo se reivindica el ‘Día mundial contra la gordofobia’, con el que se pretende visualizar que la discriminación es un factor determinante en la salud mental y física.