Hay quien piensa que la migración es una cosa moderna, de la sociedad actual. Y hay quien incluso cree que solo afecta a determinados sectores económicos, generalmente los de menores ingresos, los que abandonan sus países de origen porque allí no tienen forma de sobrevivir. También hay quien tiene el convencimiento de que migran las personas con menor nivel cultural y educativo.

Pues nada de eso es verdad. Y, si no nos crees, te proponemos que dediques un rato a visitar [desde el ordenador, “tranquilísimo”, como diría C.Tangana] el docuweb "Artistas migrantes / Redes de cultura” que acaba de presentar el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza que invita a conocer la trayectoria de siete artistas, cuyas obras están presentes en su colección, “que se vieron obligados a migrar como consecuencia de las guerras, los regímenes autoritarios o los problemas sociales y económicos del momento histórico que les tocó vivir”.

El docuweb es de lo mejorcito que hemos visto en mucho tiempo

Un formato diferente

Ya te adelantamos que, si no te interesan ni su temática, ni sus artistas [algo que, por cierto, deberías hacerte mirar], por lo menos te recomendamos que visites la web, porque -tanto desde un punto de vista de diseño, como de usabilidad y contenido- es de lo mejorcito que hemos visto en mucho tiempo.

Por un lado, se merece un fuerte aplauso por la valentía de apostar por un scroll horizontal en mitad de la página que la hace más dinámica; y, por otro, la forma de mostrar el contenido y la navegación son espectaculares.

El museo ha optado por primera vez por este formato docuweb, que “permite la creación de espacios digitales que presentan la colección Thyssen a través de nuevos relatos, así como la posibilidad de integrar documentación de archivo que enriquece la lectura de las obras de arte”. El objetivo es crear “un espacio de reflexión que irá creciendo progresivamente gracias a la participación de los visitantes online”.

El arte debe ser reflejo de la diversidad de perspectivas que existen

Una realidad escondida

Lo más importante es que supone una llamada de atención sobre una realidad que no siempre tenemos presente. Historias como las de de Marc Chagall, Sonia Delaunay, George Grosz, Piet Mondrian, Romare Bearden, Ben Shahn e Hilde Isai, que “han sido objeto de estudio con el fin de conocer de qué manera sus experiencias migrantes condicionaron su día a día en el exilio, su producción artística y su influencia en los países de destino”.

Como explica Sara Torres, artista investigadora que ha vivido en tres ciudades diferentes en los últimos cinco años [Madrid, Londres y Nueva York], “el arte debe ser reflejo de la diversidad de perspectivas que existen, porque si no, no es arte, es solo un lujo”.

Hay muchas historias de migración que no están en un museo

Más complejo

Torres, además de  destacar que artistas como Picasso, Juan Gris o Modigliani también fueron migrantes, asegura que: “más allá de estos nombres, la migración es mucho más compleja. Hay muchas historias de migración que no están en un museo”.

Es el caso de las de las las mujeres migrantes, sobre las que existe poca documentación, a pesar de que “en muchos casos eran el motor de adaptación al lugar de destino, pero es un trabajo invisible. Las fotografías que conservamos de los migrantes son en sus lugares de trabajo, en los que son visibles para la sociedad”.

Torres recuerda que el MOMA de Nueva York cumplió una misión muy importante durante la II Guerra Mundial, cuando su primer director, Alfred Barr, empezó a recibir solicitudes de asilo. “En ese momento da un paso adelante su mujer, Margaret Scolari Barr, que toma las riendas de esta labor de ayudar a todas estas peticiones que van llegando al museo para pedir asilo en Estados Unidos”. Según la artista e investigadora, “el museo puede cumplir con una labor como hogar para esos artistas”.

Los museos deben ser espacios de encuentro y crecimiento social para la ciudadanía

Recuperar las historias

El Thyssen, por su parte, busca con la recuperación de estas historias migrantes plantear “una serie de preguntas que pueden ayudar a entender la cultura y los museos como espacios de encuentro y crecimiento social para la ciudadanía”.

Aunque Artistas migrantes / Redes de cultura propone cinco secciones principales [Artistas, Vidas cruzadas, No al olvido, Redes de cultura, Participa y El proyecto], desde el museo destacan que “a diferencia de los documentales lineales aquí se suman las decisiones de los espectadores a la hora de hacer clic o navegar libremente por los contenidos y las propuestas existentes”.

Además, con el hashtag #ArtistasMigrantesThyssen, el proyecto pretende “promover la participación activa de los usuarios a través de la red social Twitter, con el fin de crear un archivo visual y digital dedicado a historias de migración y hospitalidad”.

Según explican, “este particular álbum quiere contar historias para recordar las muchas formas en que las personas migrantes, ya sea de manera individual o colectiva, enriquecen las sociedades de acogida, así como recoger la labor de las instituciones culturales con aquellos que se desplazan, o se han desplazado, a través de una frontera internacional o dentro de un país”.