Lo sabemos: las contraseñas son un verdadero… fastidio [por no utilizar otra palabra que se ajusta mejora a la realidad, pero no queda bonita en un medio de comunicación]. ¿No tienes la sensación de pasarte el día poniéndolas en todo tipo de servicios digitales [bancos, correo electrónico, aplicaciones…]?

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Sin embargo, no debemos bajar la guardia: “En la actualidad, ser víctimas de ataques, robos o estafas en Internet depende, en gran medida, de la contraseña que elijamos; pero, aunque parezca increíble, todavía existe un gran número de usuarios que no comprenden su importancia y el peligro que existe si alguien consigue hacerse con ella”, afirma Sonia Fernández, profesora en el Curso de Especialización en Ciberseguridad en el Centro Universitario U-tad.

10 consejos para tus contraseñas

Todavía existe un gran número de usuarios que no comprenden su importancia

Que no hackeen tus contraseñas

Según un informe de Verizon, el 81% de las violaciones de seguridad son causadas por contraseñas débiles o robadas. Esto significa que muchas personas están poniendo en riesgo su información personal y financiera al utilizar algunas fáciles de adivinar o basadas en información personal.

Para evitar estos riesgos, es importante asegurarte de que sean robustas. Es decir, al crearla, asegúrate que sean difíciles de adivinar para los atacantes, pero fáciles de recordar para ti. De esa forma, estás protegiendo tu información personal y financiera de posibles violaciones de seguridad.

Cómo debe ser

Una contraseña robusta debe ser larga, compleja y única. Debe contener una combinación de letras, números y símbolos. Cuanto mayor sea su longitud, más difícil será para los atacantes adivinarla. Según la Electronic Frontier Foundation, una organización sin fines de lucro que se dedica a la defensa de los derechos digitales, 12 caracteres es el mínimo recomendado.

Además, es importante evitar utilizar información personal en tus contraseñas. O sea, nada de nombres, fechas de nacimiento ni direcciones. Esa información se puede encontrar fácilmente en internet, lo que hace que sea fácil adivinarla.

Es importante que sean robustas y complejas

Primera línea de defensa

"Las contraseñas son la primera línea de defensa contra hackers y cibercriminales. Por lo tanto, es importante que sean robustas y complejas", dice John Shier, Senior Security Advisor de Sophos, una empresa de ciberseguridad.

Una forma de crearlas para que sean seguras y únicas es utilizar un administrador de contraseñas, como LastPass, 1Password o Dashlane . Este software genera y almacena combinaciones de caracteres seguras para cada una de tus cuentas.

Te recomendamos que las cambies regularmente

Cámbialas

Además, de poco sirve que lleves 10 años con la misma en el correo electrónico [es verdad… y lo sabes]. Es importante cambiarlas regularmente.

Y no solo eso: sabemos que utilizar la misma para todas las cuentas suena cómodo, pero aumenta el riesgo de que una violación de seguridad en una cuenta comprometa todas las demás.

Doble factor

Otra forma de proteger tus cuentas es habilitar el doble factor de autenticación, que añade una capa adicional de seguridad a tus cuentas. Supone tener que introducir un código adicional que se envía a tu teléfono o correo electrónico para iniciar sesión.

"El doble factor de autenticación es una forma eficaz de proteger tus cuentas de posibles violaciones de seguridad. Es importante habilitarlo en todas ellas si es posible", dice Mark Nunnikhoven, Vicepresidente de Cloud Research de la empresa de ciberseguridad Trend Micro.

Diez consejos

Desde El Telescopio, queremos ayudarte a contar con contraseñas que de verdad protejan tus cuentas. Así que, aquí van diez consejos básicos que te pueden ayudar a evitar ser víctima del cibercrimen.

  1. Utiliza una combinación de letras, números y símbolos. Al incluir diferentes tipos de caracteres, haces que sea más difícil de adivinar. Asegúrate de incluir letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos como !,@,#,$,%,&, y *.
  2. Que sean largas. Cuanto mayor sea su longitud, más difícil será para los atacantes adivinarla. Se recomienda un mínimo de 12 caracteres, pero cuantos más tenga, mejor.
  3. Evita la información personal. No utilices datos como tu fecha de nacimiento o nombre. Los atacantes pueden encontrarlos fácilmente y acceder a tus datos y cuentas.
  4. Evita las palabras comunes. Por ejemplo, no uses "contraseña", "123456", o "qwerty".
  5. Utiliza frases complejas. Piensa en las que sean difíciles de adivinar, pero fáciles de recordar. Por ejemplo, "MiPerroEsUnDálmataDe4Años!" es segura y fácil de recordar.
  6. Usa una diferente para cada servicio. No utilices la misma para varios [o todos]. Si un atacante la descubre, solo tendrá acceso a uno en lugar de a todos.
  7. Utiliza un administrador de contraseñas. Este tipo de herramientas puede ayudarte a generarlas y almacenarlas de forma segura para cada una de tus cuentas. Algunos ejemplos son LastPass, 1Password, y Dashlane.
  8. Cámbialas regularmente. Es recomendable hacerlo cada 3-6 meses, especialmente si ha habido una brecha de seguridad en una de tus cuentas.
  9. Habilita el doble factor autenticación. Esta práctica añade una capa adicional de seguridad. Cuando la habilitas, necesitas introducir un código adicional que se envía a tu teléfono o correo electrónico para iniciar sesión.
  10. Ten cuidado al escribirlas. Asegúrate de evitar las miradas de otras personas y de no compartirla con nadie.