Hace una semana que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) certificó que la Seguridad Social en España tiene un déficit estructural provocado por la crisis y del cual no es posible salir, a menos que se adopten varias medidas a corto y a largo plazo. Y el Gobierno, además de aceptar el diagnóstico de la AIReF, ha querido no tocar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la llamada "hucha de las pensiones", a diferencia del Ejecutivo anterior, que lo usaba para comprarse deuda sí mismo

Fue en 2016 cuando Cristobal Montoro usó en más ocasiones el Fondo de Reserva para "tapar agujeros" y comprar deuda pública. Una operación nada rentable para el Estado, dado que el escenario de tipos de interés bajos ofrecía una rentabilidad negativa. O dicho de otra manera: además de prestar dinero al Estado, se pagaba por hacerlo. 

El Fondo de Reserva es una herramienta precisamente pensada para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Sin embargo, el Gobierno de Rajoy lo utilizó para destinar dinero a otras partidas presupestarias y esquivar las restricciones impuestas por Bruselas al endeudamiento de España. Así, aunque el Ejecutivo de Zapatero dejó la "hucha" con un ahorro recórd de 66.815 millones de euros, Rajoy salió de Moncloa dejando 8.095 millones de euros, la cifra más baja desde 2002, dos años después de la creación de este fondo. 

Así, en los Presupuestos presentados hoy al Congreso, se decide no usar más el Fondo de Reserva y usar el préstamo para gestionar las pensiones de este año, donde se espera más reacudación de la Seguridad Social y que el dinero acumulado pueda volver a crecer.