El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha mostrado públicamente su beneplácito con los Presupuestos acordados por el Gobierno y Unidos Podemos, pero pide cautela: “La música suena bien, pero no conocemos la letra”.

El líder sindical espera que el pacto pueda incorporar iniciativas de UGT que llevan años impulsando. Previas elecciones del 20J, Álvarez expuso los 20 puntos prioritarios del sindicato entre los que se encuentran una profunda reforma de la industria hasta alcanzar el 20% del PIB, un acuerdo estratégico por la energía, impulsar que los coches oficiales sean de producción nacional, planes de choque contra el desempleo, subidas del salario mínimo, negociación colectiva y el contrato relevo.

Sobre su aprobación -o no- considera que los Presupuestos saldrán adelante. De hecho, opina que “deberían” aprobarse. Asegura que “difícilmente los ciudadanos entenderían” que formaciones votaran en contra por motivos que no fueran “estrictamente presupuestarios”, haciendo referencia a la negativa de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) de sentarse a negociar hasta que el Gobierno no inste a la Fiscalía a retirar las acusaciones sobre los políticos catalanes en prisión.

El PSOE, Podemos y la propia ERC asumieron las peticiones de UGT de manera íntegra antes del 20J; y el PDeCat y PNV dieron su visto bueno a varias cuestiones troncales, según ha relatado.

Álvarez, quien ha comenzado su intervención recordando a la recientemente fallecida Carmen Alborch, ha cargado contra el discurso aznarista de Pablo Casado, aunque no le ha mentado directamente. El líder del sindicato ha denunciado la crispación generada por “una escalada de a ver quién la dice más gorda”, haciendo clara referencia (aunque implícita) referencia al discurso del presidente del PP en el que llamó “golpista” a Pedro Sánchez y, a la postre, provocó la ruptura de relaciones entre el PSOE y los populares.

En otro orden de cosas, ha considerado que los datos de empleo conocidos este jueves (el paro ha descendido por primera vez desde 2008 del 15%) pone de manifiesto que “se crea empleo, pero necesitamos” un plan de choque y una apuesta profunda. “Se debe dar respuesta a los más de tres millones de desempleados”.

Por último, ha criticado con dureza la presencia del torturador Billy el Niño en un evento en una comisaría: “¿Una empresa puede patrocinar un vino español en una comisaría? ¿Eso se puede hacer?”.