Este miércoles, previa sesión de control, el Congreso albergaba la comparecencia a petición propia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para explicar los temas tratados, así como los acuerdos alcanzados, durante el Consejo Europeo celebrado de urgencia el pasado 18 de octubre y con el Brexit como arista troncal. También se profundizaría en la venta de armas a Arabia Saudí a petición del Grupo Parlamentario de Unidos Podemos. O al menos eso decía el orden del día…

Pablo Casado ha sorprendido a buena parte del arco parlamentario con un discurso que emanaba un hedor a aznarismo más propio de los años 90. El líder del Partido Popular ha evitado pronunciar palabra alguna sobre el Brexit o la política armamentística española. En su lugar, ha enfangado el debate hablando de Cataluña, ETA y Venezuela.

Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), PNV… Varias han sido las formaciones que han reprochado al presidente del PP que su discurso no pivotara en torno a los asuntos fijados. “Yo sí que voy a hablar de los puntos del orden del día porque a mi sí que me llamarían al orden”, ha espetado el portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, ironizando con que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, no le llamara a la cuestión.

Pero si algo ha enfangado por completo la sesión, que se ha convertido en un debate sobre el estado de la nación, han sido las acusaciones de Casado a Sánchez: “¿No se da cuenta de que es partícipe y responsable del golpe de Estado que se está perpetrando en España?”.

El presidente del Gobierno ha utilizado su turno de réplica para ser cristalino: “No es aceptable”. Sánchez ha instado a Casado a retirar dichas acusaciones del diario de sesiones al tiempo que ha invitado al líder de la oposición a sentar las bases de la pugna dialéctica.

"Vamos a tener diferencias sustanciales y vamos a reprocharnos mutuamente muchas cosas entra dentro del juego y es asumible, pero no me puede reprochar de ser un supuesto golpista ni de ser un supuesto colaborador del golpismo. Por eso le pido que retire esa frase que lo que hace es llenar de ignominia a su grupo parlamentario", ha sentenciado Sánchez.

Pablo Casado no solo no ha retirado las acusaciones, sino que ha profundizado y repetido las mismas en su turno de contrarréplica. Pero una vez fuera del hemiciclo, en los pasillos, ha asegurado que “yo no le he llamado golpista”, y ha añadido que "cuando no sales bien de un debate e intentas victimizarte acabas perdiendo dos veces".

Ahí queda la hemeroteca y el diario de sesiones...