Si las rentas más altas del mundo pagasen un 2% de su riqueza, los Estados recaudarían entre 200.000 y 250.000 millones de dólares más. Así lo ha concluido el informe del economista francés Gabriel Zucman para el G-20, publicado este miércoles 26 de junio. Zucman es el director del Observatorio Fiscal de la Unión Europea y uno de los mayores expertos en evasión y elusión fiscal. Desde esta institución, el economista está diseñando una propuesta fiscal para que los Estados ingresen dichas cantidades.
La propuesta base incide en que las personas con una riqueza total superior a 1.000 millones de euros paguen ese 2% de su patrimonio. Eso sí, siempre y cuando no contribuyan a Hacienda dicha cantidad mediante impuestos personales sobre su renta. Asimismo, Zucman defiende que los países también pueden emplear mecanismos de "recaudación de última instancia". Es decir, exigir lo que los demás renuncian a ingresar por no aplicar el marco común de estos impuestos.
En el mundo hay cerca de 3.000 personas con cuyos patrimonios superan los 1.000 millones de dólares, que en euros son unos 935 millones de euros. La medida impulsaría así la recaudación de unos 80 millones por cada una de estas personas, aunque también se estudian otras opciones.
Si este impuesto se aplicase a riquezas superiores a 100 millones de dólares, se obtendrían entre 100.000 y 140.000 milones de dólares anuales adicionales. Si la tasa fuese del 3%, la recaudación rondaría los 550.000 y los 690.000 millones de dólares.
Sobre los sistemas tributarios actuales, el economista defiende: "No gravan de manera efectiva a las personas más ricas". Según él, este "fracaso" no solo priva a los países de conseguir más ingresos, sino que "contribuye a concentrar los beneficios de la globalización en relativamente pocas manos", lo que socava la "sostenibilidad global".
Del 3% al 14% del PIB mundial: cuánto ha crecido la fortuna de estos ricos
La riqueza de los 'megarricos' se ha triplicado en los últimos 25 años. Esto supone que si en 1985 su patrimonio suponía el 3% del PIB mundial, en la actualidad ha alcanzado el 14%, tal y como han señalado medios como El País. Eso sí, su contribución a las arcas públicas es de un 0,3% del total de su riqueza, debido a que cuentan con herramientas de elusión de impuestos. Por ejemplo, el uso de sociedades patrimoniales o estructuras similares.
Según refleja el informe de Zucman, la propuesta aspira a ser "un estándar flexible" que respete "la soberanía nacional". Así, los Gobiernos podrían elegir qué medidas tomar para implementarlo, porque es "una herramienta" para "fortalecer la imposición sobre la renta". Incluso si estos impuestos no se implementasen en todos los países, seguiría teniendo "éxito" al apoyar "las políticas impositivas progresivas nacionales".
Un acuerdo de 140 países y riqueza más concentrada
El informe para el G-20 llega en un momento muy preciso para esta medida. Primero, porque se ha instalado un reflexión sobre volver a la progresividad después de que varios sistemas fiscales hayan aumentado los gravámenes sobre el trabajo en lugar del capital. Esta conciencia se materializa con el acuerdo de 140 países de gravar con mínimo un 15% a las multinacionales del mundo más grandes de todas. De hecho, la propuesta que ha realizado Zucman siguen un modelo muy similar a esta medida.
En febrero, la presidencia brasileña del G-20 invitó a Zucman a explicar a los ministros de Finanzas cómo mejorar la progresividad fiscal. Fue así cómo los países del mundo le encargaron un informe para analizar la viabilidad de su propuesta de gravar a los multimillonarios a nivel mundial. El economista ha señalado durante la presentación del informe: "En menos de cuatro meses, ya hay varios países que apoyan esta idea". Este sería el caso de España, Francia, Brasil, Sudáfrica, Colombia y Bélgica.
A esto se suma que no solo la riqueza se ha ido concentrando en menos manos que contribuyen menos que antes, sino que aún hay lacras que dificultan identificar y gravar a estos ricos. Primero, porque es "fácil" cambiar de residencia de un país a otro con menor presión fiscal o de acceder a lugar donde no se imponga esta norma. A su vez, porque hay lagunas en materia de intercambio internacional de información sobre los dueños de los activos. Aunque esto podría suplirse con informes país por país que añadan detalles sobre los propietarios efectivos de los activos, cuya riqueza proviene de su participación en grandes grupos.