El Gobierno ha comenzado el camino para aprobar una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la primera parada es la apertura de la mesa de negociación con los agentes sociales. No existe obligación, pero Yolanda Díaz ha emplazado a sindicatos y empresarios a un encuentro que tendrá lugar el jueves y en el que se abordará la propuesta de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la única oficial a estas alturas. El Ejecutivo no podrá contentar a ambas partes y una promesa repetida en numerosas ocasiones pesa sobre los gestores.

“Alcanzar el 60% del salario medio” es la pretensión definida por ambas partes del Gobierno de coalición y nada que se ubique por debajo de los 1.200 euros se acerca siquiera. El Instituto Nacional de Estadística (INE), como si participase del debate, publicaba el pasado viernes el dato que está enfrentando a las partes. El salario medio español se situó en 2022 en los 2.128 euros brutos. El 60% de esta cantidad se aleja sustancialmente de la propuesta empresarial, concretamente 165 euros, y se ubica en los 1.277 euros al mes.

“La mejor herramienta contra la pobreza laboral, la mejor medida feminista se llama SMI”, ha defendido este lunes Díaz desde Bruselas. “Les digo alto y claro que no vamos a permitir que los trabajadores sean víctimas de la pérdida de poder adquisitivo”, ha revelado, dejando claro que no se contempla un incremento inferior a la inflación. Esto podría alejar a la parte empresarial del acuerdo, pero la vicepresidenta considera “factible” acercar las posiciones de ambas partes.  

El Gobierno podría aprobar esta subida, no requiere del apoyo patronal, pero el sector empresarial no contempla un ascenso de tal magnitud que, aseguran, castigaría duramente a sectores como el agrario y lastraría a muchas pymes. Los sindicatos presionan para que los trabajadores recuperen parte del poder adquisitivo perdido a lo largo de estos años, para lo que serían necesarias varias subidas cuantiosas. La última palabra la tendrá el Ejecutivo, representado por Díaz en esta materia, y podría volver a aprobar un nuevo incremento sin el apoyo de la CEOE, como sucediera en la última ocasión.

La vicepresidenta segunda ya ha anunciado que la comisión de expertos volverá a tener un peso importante en el proceso. De las conclusiones de su último informe emanó una subida de 80 euros (+8%) que situó la cuantía en los 1.080 euros al mes en 14 pagas. Díaz optó por la mayor cantidad enmarcada dentro de la horquilla facilitada por los expertos y ahora la incertidumbre aborda a los casi 2,5 millones de trabajadores españoles que se desempeñan por el mínimo legal. Además, el ascenso sería también una buena noticia para las tablas salariales de lo convenios, al empujar este el resto de clasificaciones.

Del otro lado, la patronal ha hecho pública una propuesta bastante más escueta. Los empresarios han apoyado una subida salarial, no les queda otra, y esta vez pretenden que su propuesta sea la elegida. La línea definida por Díaz induce a pensar que la patronal volverá a quedarse insatisfecha, dado que la ministra ha garantizado que el SMI subirá, como mínimo, al nivel de la inflación. El IPC medio para este año se estima en el 3,7-3,8% y la propuesta de la CEOE es del 3%.

Un ascenso de 32 euros es “insuficiente”

La patronal plantea un incremento de 32 euros que lleve el sueldo de los que menos cobran desde los 1.080 euros hasta los 1.112,40 euros al mes en 14 pagas. Esta subida elevaría la cantidad anual hasta los 15.573,6 euros al año, cifra muy inferior a la demandada por los sindicatos, que apuestan por una subida más ambiciosa, del 11%, que eleve el SMI a los 1.200 euros mensuales en 14 pagas. No obstante, las organizaciones empresariales consideran "adecuada" su propuesta 88 euros inferior de cara a “tratar de mantener una correlación entre la evolución del SMI y la del resto de salarios que se pactan en el marco de la negociación colectiva”.

Díaz ha trasladado que tendrá en cuenta el punto de vista de los empresarios, pero ha dejado claro que la evolución del precio de la vida es el suelo de partida. Los sindicatos han sido más duros y han tildado de “insuficiente” la cantidad sugerida. "La subida del SMI para el año 2024 tiene que situarse por encima de la inflación con la que cerremos el año porque los productos básicos, que ocupan la mayor parte de la cesta de la compra de la gente que menos gana, han subido bastante más que la inflación”, ha defendido Unai Sordo, secretario general de CCOO.

“Si precios como el aceite, como alimentos y productos básicos, están subiendo el 6%, el 8%, el 10% todavía, esto es más de la mitad de la cesta de la compra de alguien que gana 1.080 euros brutos al mes y, por tanto, nuestra petición va a ser que sea referencia para la subida del SMI esas subidas de los productos básicos", ha desgranado el líder sindical. No obstante, la organización sindical todavía no ha dado una cifra oficial. UGT tampoco, pero su líder si ha hablado de cantidades concretas.

Pepe Álvarez defiende alcanzar el 60% del salario medio, valor recogido en la Carta Social Europea. El salario medio es uno, la Agencia Tributaria dice claramente qué salario medio resulta como consecuencia de las declaraciones de renta de los ciudadanos", defiende el sindicalista, que hace referencia a los 28.301 euros publicados por el organismo como salario medio. El 60% de esta cantidad asciende a los 16.980 euros, lo que supone 1.213 euros en 14 pagas.