La expectación durante esta primera jornada de cónclave ha sido máxima. Sin embargo, esta se prolongará, al menos, durante un día más después de que la fumata negra se haya dejado ver en la chimenea del Vaticano a última hora del día, después de que a las 18:00 horas se hayan cerrado las puertas de la Capilla Sixtina.

Con ello, ha dado inicio el cónclave en el que se decidirá en los próximos días el nombre del nuevo pontífice. Entre ellos hay 133 cardenales, con representación de hasta 71 países: 17 de Italia, 10 de Estados Unidos, 5 de Francia y 4 de España; así como algunos procedentes de Asia y África.

Ahora, tras la fumata negra, la votación debe continuar. Para que el color del humo cambie a blanco, será necesaria una mayoría cualificada de dos tercios en la votación de los cardenales, es decir, el nuevo Papa necesitará 89 votos para ser elegido de los 133 que conforman este proceso ancestral.

Hasta que ese momento llegue, las predicciones son variopintas y múltiples. Entre ellas, la del experto catedrático de Periodismo de la Universidad CEU San Pablo, José Francisco Serrano, señala que el próximo Papa podría provenir de Asia o África, continentes donde la Iglesia católica está experimentando un mayor crecimiento. "Los cardenales podrían estar considerando dar un paso más hacia un tercer círculo, eligiendo un Papa que no sea de cultura occidental", ha manifestado.

Por su parte, el periodista Antonio Pelayo ya había asegurado este miércoles que esta primera jornada no traería aún al nuevo Papa. "Fumata, la va a haber", comenzó señalando el periodista ante las cámaras de Antena 3. "Que sea blanca o negra es lo que podemos esperar. Vamos, estoy casi seguro al 100% que será fumata negra", ha continuado explicando, calificando como "votación de amistad" la primera ronda.

Según detalló en Espejo Público, se trata de una votación "de cortesía" que "no va a conducir a una fumata blanca y, por supuesto, a la elección del nuevo Papa", dejando claro que los primeros compases del Cónclave serán de tanteo entre los cardenales. No obstante, ha aprovechado la oportunidad de valorar cómo están las 'quinielas' respecto al posible nuevo pontífice. Además de anticipar una fumata negra en esta primera jornada, Antonio Pelayo fue más allá al hablar del principal favorito. "Si hoy recogemos las impresiones de los periódicos, todo el mundo da como favorito al cardenal Pietro Parolin, que es el Secretario de Estado", apuntó.

20 papables, cinco de ellos españoles

En este cónclave, de donde saldrá el próximo pontífice, hay varios nombres españoles entre los 'papables' como el del cardenal José Cobo Cano, arzobispo de Madrid, de 59 años. Cobo, que se cuenta entre los más jóvenes del colegio cardenalicio, ha protagonizado una carrera meteórica tanto nacional como vaticana desde que Francisco lo nombró arzobispo de Madrid el 12 de junio de 2023.

Ángel Fernández Artime es otro de los seis cardenales españoles que forma parte del cónclave que elegirá al sucesor de Francisco, con quien el asturiano mantuvo una estrecha relación. Nacido en 1960 en una familia de pescadores en la localidad asturiana de Luanco, su estancia temporal en Argentina le permitió coincidir y trabajar muy de cerca con el que era entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio.

Por su parte, el salesiano español Cristóbal López Romero, nacido en Vélez-Rubio (Almería), es actualmente arzobispo de Rabat (Marruecos) y ha hecho gala de gran sentido del humor al ser preguntado por la posibilidad de ser elegido nuevo pontífice. "Habría que estar loco. Hay que estar enfermo mental para desear ser Papa", bromeó ante los medios en una entrevista el día del funeral de Francisco.

En la misma línea, se ha manifestado el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, aunque su edad, 79 años, podría jugar en contra para algunos expertos, así como su interés por la política. En las últimas semana, preguntado por la posibilidad de ser el nuevo pontífice, afirmó que no había pensado "nunca" en ser Papa.

El último español que suena como 'papable' es el cardenal Francisco Javier Bustillo, de 57 años, uno de los últimos purpurados españoles nombrados por el Papa Francisco, nacido en Pamplona (Navarra), obispo de Ajaccio (Córcega) y defensor de una Europa "más humana".

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