El sector servicios registró un descenso de su facturación del 18,7% en marzo, su mayor caída desde mayo desde 2009, como consecuencia de la la crisis del coronavirus, que provocó la declaración del estado de alarma y el cierre de la mayoría de actividades del sector. Así, según los datos publicados este jueves por el INE, se pone fin a 78 meses de ascensos interanuales.

Por sectores, los mayores retrocesos fueron para la hostelería, que hundió su facturación un 57,7% en marzo, y la venta y reparación de vehículos a motor, donde las ventas cayeron un 47,3%. Corregidos los efectos estacionales y de calendario, la facturación de los servicios se desplomó un 19,8% interanual en marzo, la mayor caída de la serie histórica, iniciada en el año 2000.

Estos datos reflejan que el empleo también cayó un 1,6% en tasa interanual, poniendo fin a 71 meses consecutivos de avances interanuales. El INE explica que en los datos de empleo hay que tener en cuenta que las personas acogidas a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante el estado de alarma siguen formando parte del personal de la empresa.

En términos mensuales (marzo sobre febrero) y, eliminado el efecto de calendario y la estacionalidad, la facturación del sector servicios se hundió un 21,8%.

La facturación de la industria se desploma un 13,9%

Por otro lado, la cifra de negocios de la industria se desplomó un 13,9% el pasado mes de marzo con respecto al mismo mes de 2019, su mayor retroceso desde octubre de 2009, también como consecuencia de la crisis sanitaria y el cierre de muchas empresas o la menor intensidad de su producción.

Con este desplome, la facturación de la industria vuelve a tasas negativas según los datos del INE, que destaca el crecimiento experimentado por la fabricación de productos farmacéuticos, rama que elevó sus ventas un 17,4% en el mes en que el Gobierno decretó el primer estado de alarma.

Corregido el efecto calendario y la estacionalidad, la cifra de negocios de la industria bajó un 16,4% interanual en el tercer mes del año. En términos mensuales (marzo sobre febrero) y corrigiendo la estacionalidad y el efecto calendario, la facturación de la industria se hundió un 17%.