El sector servicios es, sin duda, uno de los más afectados por el impacto económico del coronavirus a nivel internacional. En el caso de España, el índice de actividad comercial se ha desplomado hasta niveles récord desde los 23 puntos de marzo hasta los 7,1 puntos de abril. Una nueva caída tras la que ya sufrió el índice en el mes de marzo, según IHS Markit.

Corregido el efecto calendario, el PMI Compuesto de Actividad Total se ha situado en abril en un nuevo mínimo de 9,2, muy por debajo del nivel 26,7 registrado en marzo. Este desplome se produce tras el cierre de la mayoría de las empresas del sector servicios desde el decreto del estado de alarma el 14 de marzo, así como por las restricciones a la movilidad de los ciudadanos.  

De esta forma, el Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) que publica IHS Markit asegura que todos los subsectores han registrado caídas extraordinarias, especialmente en el caso de Hoteles y Restaurantes y Transportes y Almacenamiento.

Por otro lado, la confianza empresarial ha caído hasta su nivel más bajo en la serie histórica, en un momento en el que las empresas se muestran preocupadas por los impactos a largo plazo de la pandemia en la actividad económica y en la demanda.

Profundo impacto en el mercado laboral

Esto también ha supuesto un profundo impacto en el mercado laboral. "La caída neta de los niveles de personal fue la más fuerte en más de 20 años de recopilación de datos y superó todo lo que hemos observado durante el pico de la crisis financiera mundial", asegura el informe.

El director económico de IHS Markit, Paul Smith, asegura: “La magnitud de la caída de muchos indicadores de la encuesta pone de manifiesto el impacto que la pandemia está teniendo en la economía de España”.

"Teniendo en cuenta un posible cambio en la relación lineal tradicionalmente fuerte entre el PIB y los datos del PMI, estimamos que la economía se está contrayendo actualmente a una tasa trimestral de alrededor del 7%"- explica Smith- "Esta cifra bien podría ser conservadora, y la profundidad de la desaceleración es indudablemente mayor que todo lo que hemos observado con anterioridad".

Además, hace una comparación con la gran crisis económica de 2008: “Basándonos solo en los datos de marzo y abril, la pandemia ya está cerca de superar el efecto neto en el PIB observado durante la crisis financiera mundial y los años difíciles que le siguieron”.

“Esta vez, por supuesto, es algo diferente, ya que la recuperación, en teoría, será mucho más rápida. No obstante, la pérdida de empleo y el gran pesimismo imperante entre las empresas con respecto al futuro conducen a una preocupación notable sobre la posible intensidad de la reactivación”, tranquiliza el organismo.