La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha arrancado una ronda de conversaciones con los distintos sectores para diseñar el plan de contingencia de seguridad energética del Gobierno. Un plan que el Ejecutivo debe remitir a la Comisión Europea dentro de la estrategia comunitaria para hacer frente al impacto de la guerra de Ucrania.

La ministra recibe este lunes a Beatriz Corredor, presidenta de Redeia (la anterior Red Eléctrica de España), y una de las principales representantes del sector, para debatir las propuestas que ayuden a España a reducir su consumo de gas, tal y como se ha comprometido con el marco europeo tras la invasión rusa de Ucrania y ante la amenaza de Vladimir Putin del corte de gas ruso este otoño.

Además de Redeia, la responsable energética del Gobierno se ha reunido ya con Arturo Gonzalo Aizpiri, consejero delegado de Enagás, una de las grandes gasistas nacionales. El objetivo del Ejecutivo es mantener una ronda de conversaciones durante los próximos días con los principales agentes sectoriales, sociales, políticos y de la sociedad civil.

Estos encuentros se producen tras la convalidación del Real Decreto-ley energético el jueves en el Congreso de los Diputados y forman parte del plan para diseñar el segundo bloque de medidas que frenen el consumo de energía, especialmente de gas, a nivel nacional. Un plan que se prevé presentar en las próximas semanas de cara a garantizar el suministro este otoño.

No obstante, el primer paquete de medidas energéticas se ha tramitado como proyecto de ley, y no como Real Decreto-ley, para permitir la inclusión de algunas modificaciones reclamadas por los socios de Gobierno. Las medidas del primer bloque continuarán su aplicación a pesar de tramitarse como proyecto de ley, con el objetivo último de reducir voluntariamente el consumo de gas.

El plan de ahorro energético del Ejecutivo recoge una serie de medidas, en vigor desde hace varias semanas, como los límites a la temperatura de calefacción y aire acondicionado, entre los 19 y los 27 grados centígrados en los edificios de las Administraciones Públicas, grandes almacenes, centros comerciales, espacios culturales o estaciones y aeropuertos. Otra de las medidas estrella del plan es el apagado de escaparates y edificios públicos desocupados durante la noche, a partir de las 22 horas, a la que se suma el cierre de puertas para evitar el despilfarro de energía.