Repsol ganó en los 9 primeros meses de este año 1.796 millones de euros, un 5,5% menos que en el mismo período del año anterior, pero ha reducido su deuda en 1.900 millones y cuenta con una elevada liquidez con la que puede afrontar sin problemas sus exigencias de financiación.

Los resultados de las grandes compañías españolas adquieren el carácter de estratégicos en medio del tsunami que ha provocado la crisis. Hay un denominador común en todos ellos: han apostado por reducir deuda, estrategia responsable y de manual ante los índices de la prima de riesgo que imposibilitan una financiación razonable a nuestras empresas y ante la falta de estímulos al crecimiento de la economía española. El Gobierno aplica una única doctrina, recortar y recortar. No hay inversión, ni pública ni privada. Hay también otro denominador común de las grandes multinacionales españolas, resisten gracias a las inversiones en el exterior. Con estos ingredientes, y a pesar del duro varapalo de la expropiación de YPF, Repsol logra presentar unos resultados razonables.

Menos beneficios pero menos deuda
En los datos que ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Repsol detalla que de enero a septiembre de este año ha ganado 1.796 millones de euros, un 5,5% menos que en los mismos meses del año pasado, pero hay que tener en cuenta que en 2011 la compañía contaba durante todo ese período con YPF, la filial expropiada por el Gobierno argentino. Los beneficios hubieran sido un 4% mayores si la filial argentina no hubiera sido expropiada por las bravas.

Repsol ha destacado su fortaleza financiera porque ha reducido su deuda también en los nueve primeros meses del año en casi 1.900 millones gracias a la desconsolidación de YPF, mientras cuenta con una liquidez que ronda los 8.500 millones, lo que le permite afrontar sin problemas las próximas exigencias de financiación.