A partir del próximo 1 de enero de 2026 todas las empresas y entidades sujetas al Impuesto sobre Sociedades, es decir, la mayoría de sociedades mercantiles, deberán emitir sus facturas mediante un software adaptado a Verifactu. Este nuevo sistema de requisitos normativos tiene como objetivo reforzar la transparencia fiscal, la trazabilidad e inalterabilidad de los registros de facturación, de manera que contribuya a luchar contra el fraude fiscal y mejore los controles de Hacienda

Según datos de la propia Agencia Tributaria, creadora de este conjunto de reglas técnicas, más de 2,8 millones de empresas y autónomos tendrán que adaptarse a esta obligación cambiando procesos internos, actualizando software y formando al personal administrativo. 

Verifactu no es ni un sistema, ni un tipo de factura, ni un formato específico, sino un conjunto de requisitos obligatorios que han de  cumplir todos los programas informáticos de facturación. Se aplicará al conjunto del país, salvo al País Vasco, que ya cuenta con el sistema TicketBAI, y a aquellos territorios bajo el Suministro Inmediato de Información (SII).

La nueva normativa contempla el uso de software certificado, lo que implica que cualquier programa de facturación debe estar adaptado a sus requisitos técnicos, impide que se puedan modificar, eliminar o alterar facturas ya emitidas; y obliga a llevar un registro de eventos con todas las operaciones, así como a que la numeración sea correlativa y sin huecos. Del mismo modo, estipula la inclusión de un un código QR en cada factura, que va a permitir verificar de forma instantánea su autenticidad. De este modo, cualquier persona, ya sea empresa, cliente o Administración, podrá comprobar la validez del documento simplemente escaneando esa imagen.

Se pone fin así a la manipulación y el borrado de datos una vez generados los documentos y se cierra la puerta al uso de software de doble contabilidad o de ocultación de ventas. De forma paralela, se mejora la transparencia y se simplifican las relaciones entre los contribuyentes y Hacienda.

Entre los principales beneficios de Verifactu destacan: 

  • Mayor seguridad jurídica y fiscal.
  • Reducción de errores humanos y simplificación de los trámites con Hacienda.
  • Incremento de la transparencia en las operaciones comerciales.
  • Menor riesgo de inspecciones al contar con un sistema verificable.
  • Posibilidad de diferenciación comercial frente a la competencia al proyectar una imagen de cumplimiento y confianza.

La fecha de entrada en vigor es el 1 de enero para los contribuyentes del Impuesto sobre Sociedades, y  el 1 de julio para el resto de empresas y autónomos

Dos modalidades de funcionamiento 

Habrá dos modalidades de funcionamiento: Modo Verifactu, que comprende el envío automático e inmediato de los registros de facturación a la AEAT a la vez que se emite la factura y Modo No Verifactu, que implica que el software cumple con los requisitos técnicos, pero no transmite automáticamente los registros en tiempo real. En este caso, estos de deben conservar de forma segura para que puedan ser auditados.

Una oportunidad para modernizarse y digitalizarse 

Aunque la implantación de Verifactu va a suponer para algunas empresas un "desafío técnico y administrativo", también constituye "una oportunidad para modernizar la gestión contable y avanzar hacia la digitalización completa del entorno empresarial".

Así lo subrayan desde  Lyreco, entidad dedicada a soluciones integrales para el entorno laboral. Esta empresa asegura que la transición puede ser rápida, segura y no interferir en el trabajo diario si se hace con un soporte técnico especializado. 

Diferencias con la factura electrónica

Por último, es importante aclarar que Verifactu no debe confundirse con la  factura electrónica, cuyo objetivo es reducir la morosidad en las operaciones entre empresas y garantizar los plazos de pago. Esta solo es obligatoria en operaciones B2B. 

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