Oficialmente Portugal no ha salido del rescate, pero el Primer Ministro Pedro Passos Coelho anunció la pasada semana una salida inminente y "limpia". Los datos macro de Portugal también mejoran después de su durísimo rescate y las condiciones impuestas por la Troika que han empobrecido a la sociedad lusa hasta niveles dramáticos, sin embargo su mejoría es mucho más rápida que la de España. La Unión Europea prevé crecimiento del PIB para todos los países de la zona euro, incluyendo los rescatados Portugal, Irlanda y Chipre, y en el caso de Portugal se cifra en un 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de un 1,4% para este año frente al 1,1% previsto para España.

S&P le mejora la nota
A pesar de que Portugal cerró 2013 con una caída del PIB del -1,4%, Standard&Poor´s considera que la recuperación de la economía del país vecino es "más rápida de lo prevista". Por ello ha mejorado su nota y la calificación de su deuda, que ha pasado de perspectiva negativa a estable, lo que significa que la agencia podría subir un escalón la calificación de Portugal, algo que por otra parte están haciendo todas las agencias de calificación con los países del Sur de Europa.
En su informe la agencia señala que "pensamos que Portugal registrará un crecimiento promedio del 1,4% anual entre 2014 y 2015, principalmente apoyado en el crecimiento de las exportaciones", al tiempo que confía en una "gradual recuperación" de la demanda del sector privado a medida que mejora la situación del mercado laboral.

Tasa de paro casi 11 puntos por debajo de España
Hay dos países campeones del paro en la Unión Europea: Grecia y España. La tasa de desempleo española roza el 26% (25,7) y no ha bajado de cifras récord en todo el mandato de Rajoy. Hasta su llegada al Gobierno la mayor tasa de paro la tuvo el Gobierno de Felipe González, con un 25%. La tasa de paro en Portugal está en el 15,2%, y eso que aún están bajo el yugo de la troika, casi once puntos inferior a la de España.
El final del rescate está programado para el próximo 17 de mayo, después de tres años en la que la población portuguesa se ha empobrecido de una forma brutal. Se bajaron los salarios más de un 20%, se subió el IVA al 23%, se subieron todos los demás impuestos y se crearon nuevos, se eliminaron las pagas extras a los funcionarios y a los pensionistas y se recortaron todo tipo de servicios sociales.