No queda otra que dar vueltas y vueltas en busca de la rentabilidad que no se consigue por estas tierras ni por las transitadas por el euro. Es el problema de los tipos negativos que se alarga en el tiempo y que aún se prolongará mucho más. Además de las Bolsas o los inmuebles quedan algunas oportunidades pero que no están exentas de riesgos. Como en casi todas las inversiones es conveniente no tener demasiada prisa y poder aguantar los vaivenes: hablamos de divisas.

Una forma de obtener algo de ganancia a nuestro dinero es abrir cuentas o depósitos en divisas. Si vamos a lo más tranquilo, a los menos arriesgado tenemos cercanas dos monedas que nos dan rentabilidad frente a lo que pasa con el euro: el dólar estadounidense y la libra. El dólar es el más ventajoso ya que se pueden obtener rentabilidades del 2,1% a plazo de un mes o del 1,96% a plazo de un año. Interesa, pues, estar en el cortísimo plazo. Se suscribe un depósito a mes y éste se va renovando automáticamente hasta que el ahorrador decida cancelarlo. Todo lo puede hacer desde un banco español sin mayores dificultades

No se puede ocultar que existen riesgos. Mientras el dólar se mantenga igual o se fortalezca frente al euro, no habrá problema. Las pérdidas pueden aparecer si el billete verde pierde valor frente al euro. El depósito exige así estar pendiente de los movimientos de las monedas. Pero con gran capacidad de espera y esa renovación automática del depósito en la que rentabilidad se va acumulando, puede resultar una opción más que interesante.

Las previsiones del cambio dólar/euro son muy confusas. Nada está claro y aunque a partir del segundo trimestre de este año, el euro se fortaleció, luego ha vuelto a depreciarse a niveles del comienzo del ejercicio. El juego de los tipos de interés aplicado por los bancos centrales y de los crecimientos económicos determinará este baile que, de momento, no parece muy peligroso.

La libra es menos rentable con ganancias a un mes del 0,75% que contrasta con el -0,46% que ofrece la española a ese plazo. También aquí existen los riesgos de depreciación de la libra que nos pudieran causar un trastorno. Todo lo que sea revalorización de la libra respecto al euro supondrá ganancias adicionales al tipo de interés. Tras unos movimientos al alza de la moneda británica, ahora mismo se sitúa a los mismos niveles de hace un año. Poder esperar tranquilamente en una cuenta corriente a ver qué pasa con los tipos de cambio de las monedas con total liquidez es una gran ventaja. En el momento adecuado se deshace el depósito sin más problemas. Además, solo se tributará en el momento de cancelarlo y no antes.

Y el plato fuerte viene de abrir depósitos o cuentas corrientes en monedas más exóticas, aunque es más difícil encontrar está en la banca española. El peso mejicano o el real brasileño son las divisas que los expertos confían en que suban con fuerza, después del batacazo que se han llevado en los últimos años, especialmente en la moneda carioca.

En el real brasileño partimos de un tipo de interés de su banco central del 6,5% y de ahí a tirar para arriba, dependiendo del plazo que se elija. Esta moneda fluctúa de forma más violenta respecto al euro tanto al alza como a la baja por lo que el riesgo de ganar y perder es mucho mayor. Pero puede merecer la pena siempre que la moneda se revalorice frente al euro o se mantega.

En el caso de Méjico el tipo marcado por su banco central repitió a finales de junio en el 8,25% y, por tanto, es posible acceder a esa ganancia. Los analistas confían en que la moneda no caiga frente a las divisas fuertes como el dólar o el euro, pero el riesgo está ahí. Existen sistemas para cubrir los riesgos de las monedas pero, en general, suelen ser tan o más caros que lo que se ganaría con ese 8,25% por lo que un viaje asegurado no merecería la pena.