La reducción de la jornada laboral no ha alcanzado un acuerdo antes de la llegada de vacaciones. Así, la mesa de negociación sigue abierta tras la reunión del lunes 29 de julio, que terminó sin cerrar el pacto sobre esta medida. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo continuará negociando con los agentes sociales a la vuelta, con el objetivo de terminar el acuerdo en septiembre. Una de las propuestas del Gobierno de España es dotar de mayor flexibilidad a la medida, en particular sobre las empresas con contratas públicas y las que pertenecen a algunos sectores. Así, estas tendrían más tiempo para aplicar la bajada en las horas de trabajo de sus empleados.
A las primeras se les permitiría esperar hasta que haya vencido la licitación que mantienen con la Administración para aplicar la medida. Si no, los costes por hora de trabajo a los que deberían enfrentarse aumentarían sin que se pueda actualizar el precio de la contrata. En el caso de las segundas, se trata de todas y cada una de ellas que aún se encuentran lejos de las 37,5 horas semanales a las que el Ejecutivo quiere reducir la jornada. Es decir, todos aquellos cuyos convenios no han avanzado en esta materia.
A su vez, la cartera de Díaz se ha mostrado dispuesta a ceder en otro punto clave que tiene que ver con la distribución irregular de la jornada laboral. Desde el Gobierno han indicado a los representantes de las empresas españolas su disposición a que se incremente el porcentaje de horas que permiten a estas entidades distribuir de manera irregular. De hecho, los sindicatos y la patronal ya habían negociado de forma bilateral en esta materia.
En qué sectores las empresas contarían con más margen de adaptación
Tal y como refleja el informe 'Impacto de la reducción de la jornada laboral en la pyme', elaborado por por Cepyme en junio de este 2024, el sector con la jornada más larga es la hostelería. En su caso, la jornada media pactada es de 39,4 horas semanales. A este le siguen el comercio, con 39,1 horas, y la agroganadería, con 39 horas semanales. Las actividades inmobiliarias y las administrativas también superan los límites que quiere imponer la cartera de Yolanda Díaz, con 38,8 y 38,7 horas semanales, respectivamente. El resto de actividades se encuentra en las 38,5 horas, que sería la reducción para este 2024, o menos.
Por ello, estas serían las actividades a las cuales el Ejecutivo daría cierta prórroga para poder aplicar el recorte de forma gradual. En concreto, sería a partir de 2026, con el objetivo de que las empresas de estas actividades económicas en concreto vayan acercándose paulatinamente al objetivo a través de la negociación colectiva. Es decir con las negociaciones de nuevo sobre los convenios colectivos.
Los sindicatos no están de acuerdo con la prórroga a algunos sectores
Pese al enfoque del Ministerio de Trabajo respecto a añadir esta forma de flexibilizar la bajada en las horas de trabajo, los grupos sindicales que estaban presentes en mesa de negocio no están dispuestos a permitir que algunos sectores tarden más en aplicar la bajada de la jornada laboral. Desde UGT han calificado los aplazamientos de estos a 2026 o 2027 de "discriminatorio". Eso sí, remarcaron que sí están a favor de ser más flexibles en caso de que esto permita alcanzar un acuerdo respecto a la jornada laboral.
Tanto los representantes de los trabajadores como los de las empresas han solicitado al Ejecutivo que les remita un documento escrito que refleje las propuestas. Asimismo, se han comprometido a estudiarlas durante el verano, antes de la próxima reunión de la mesa de diálogo social que se celebrará en el mes de septiembre. Así, el acuerdo para lograr la reducción de la jornada laboral se encuentra más cerca de materializarse que a finales de junio. Por entonces, ya había escalado la tensión entre la cartera de Trabajo y a patronal. Entonces, ambas partes se acusaban de faltas de propuesta y de "monólogo social", hasta que decidieron reducir el tono en las conversaciones entorno a esta materia.