El Banco Central Europeo (BCE) vuelve a tener en vilo a millones de hipotecados. El consejo de Gobierno del único organismo de supervisión se verá las caras este jueves para decidir cuál será su próximo paso en la política monetaria. La decisión afectará directamente al endeudamiento de las familias y las empresas, que observan como los tipos de interés se ubican en el valor más alto de la historia del euro, mientras los bancos hacen su agosto.

El precio del dinero se encuentra en el 4,5% y previsiblemente cerrará el año en la cima. El organismo presidido por Christine Lagarde se cortó de aprobar la undécima subida consecutiva a finales de octubre, pero dar tregua tampoco está entre sus planes, pese a que cada vez más voces autorizadas apuntan en ese sentido. El objetivo de inflación establecido por el BCE se ubica en el 2% y la zona euro está a tan solo cuatro décimas de darle cumplimiento, después de siete bajadas consecutivas.

Pese a la mejora de la inflación europea, todo apunta a que habrá que esperar para ver bajar los tipos. La última vez que se alcanzó una cifra similar, un 4,25% en junio del 2000, tuvieron que trascurrir ocho años para apreciar la primera bajada de tipos de interés y no fue hasta 2014 cuando se alcanzaron valores cero. Hace casi año y medio desde que el BCE aprobó la primera subida de 50 puntos básicos, el 27 de julio de 2022, y no fue hasta el 26 de octubre de este año que decidió frenar los ascensos continuados.

Lagarde podría confirmar este jueves lo que en su anterior comparecencia, tras mantener estables los valores, se negó a pronunciar: los tipos de interés han tocado techo. Lejos queda el 9,2% de inflación con el que la eurozona cerraba el año 2022, momento en el que el precio del dinero se situaba en el 2,5%. Los ascensos han sido continuados, pero el BCE y los analistas amenazan que las bajadas no llegarán hasta la próxima primavera y lo harán mínimamente, pese a que los indicadores muestran otra tendencia.   

El Euríbor comienza a dar señales de competencia bancaria y se ha desacoplado de los tipos de interés. El principal índice al que se referencian las hipotecas ha caído por primera vez en mucho tiempo por debajo del 4%, hasta el 3,7% en casi la totalidad de los valores diarios de diciembre. En menos de una quincena, el valor se ha reducido ya varias décimas desde el 4% con el que se cerro noviembre.

Las expectativas apuntan hacia una bajada de los tipos de interés próxima y la competencia bancaria se agudiza ante estas previsiones, empujando hacia abajo el Euríbor. A su vez, el adelanto de la bajada del indicador podría presionar a Lagarde a tomar la decisión antes de lo deseado.

No obstante, parece que la presión no será la suficiente como para que la presidenta del organismo active el alivio antes de finalizar el año. No habrá regalo de navidad, por lo menos no para los deudores. Mientras, los acreedores se frotan las manos ante el alargamiento de un periodo con los intereses disparados. Entre enero y septiembre, la gran banca española (BBVA, Sabadell, Bankinter, Santander, CaixaBank y Unicaja) ha acumulado 19.761 millones de euros de beneficio, casi un 24% más que en el mismo periodo de 2022, directamente beneficiada por la subida de tipos.

Hipotecas disparadas

Poco importa que las principales responsables de la elevada inflación, tal y como apuntan Bruselas y el propio BCE, sean las empresas, que han disparado sus beneficios aprovechando la crisis internacional. Las consecuencias las paga toda la ciudadanía, principalmente a través de sus hipotecas. Los últimos datos recabados en España corresponden a septiembre, cuando el Euríbor se ubicaba en el 4,15% y los tipos de interés en el 4,5%. Por tipos, el variable se situaba en el 3,09% y el fijo en el 3,40%, siendo el 56,2% de las hipotecas sobre viviendas se constituye a tipo variable y el 43,8% a tipo fijo.

Con todo, recurriendo a un ejemplo práctico, una revisión basada en los valores del Euríbor de septiembre, supuso para una persona que tenía contratada una hipoteca variable de 150.000 euros a 30 años y con un diferencial del 0,99% más euríbor un aumento de su cuota hipotecaria de unos 167 euros al mes. Esta hipoteca sufriría un encarecimiento que acarrearía un desembolso adicional para las familias de unos 2.000 euros más al año.