Freixenet y la empresa Henkell tienen previsto firmar este viernes en Barcelona el acuerdo por el que el grupo alemán adquirirá el 50,7% del productor español de cava, según ha avanzado La Vanguardia.

Henkell pagará por este porcentaje mayoritario de las acciones de Freixenet un total de 220 millones de euros. Las familias Hevia y tres ramas de la familia Bonet han decidido aceptar la oferta de la compañía alemana, que lleva más de un año y medio intentando materializar la adquisición.

Henkell, filial vinícola del grupo Dr. Oetker, valoraría la totalidad de Freixenet por debajo de 440 millones de euros, algo menos que los cálculos realizados por el grupo catalán.

Las negociaciones se remontan a 2016
El primer intento de Henkell por hacerse con una parte mayoritaria de Freixenet se remonta a principios de 2016, cuando los Hevia anunciaron su intención de vender al grupo alemán su paquete accionarial del 29%. Pero e
l presidente de honor del grupo, José Ferrer Sala, rechazó la venta y llegó a presentar una oferta firme para comprar el 51% del capital de la empresa a miembros de las familias fundadoras, aunque finalmente la retiró al no conseguir la financiación necesaria.

Ante las diferencias entre las tres familias (Ferrer, Hevia y Bonet) respecto a si debían o no aceptar la oferta de Henkell, el consejo de administración de Freixenet decidió en diciembre de 2016 crear una dirección colegiada integrada por Pedro Ferrer, Enrique Hevia y Eudald Bonet.

En Freixenet, los socios mayoritarios son los Ferrer, rama familiar que controla el 42% de la empresa y que, hasta ahora, siempre se había mostrado dispuesta a seguir al frente de la misma. Por otro lado está la familia Bonet, que tiene en José Luis Bonet, el presidente de Freixenet, a su máximo responsable. Estos poseen una participación del 29%, la misma que controla la familia Hevia, liderada por Enrique Hevia, que es el vicepresidente de Freixenet y director financiero del grupo catalán, que fue fundado hace más de un siglo.