El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha apoyados este lunes que los salarios puedan seguir creciendo. En declaraciones concedidas a RNE, ha reconocido que durante estos años “se ha perdido mucha capacidad adquisitiva”, lo que dar margen de sobra para subir los sueldos de los trabajadores. El que fuera ministro de Economía con Mariano Rajoy no considera que la mejora de las nóminas de los asalariados pueda generar efectos de segunda en la inflación, argumento comúnmente utilizado por la parte empresarial.

La posición del mandatario del supervisor único con respecto a la reducción de la jornada laboral que persigue Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social, es menos complaciente con el Gobierno español. "No sería bueno desde el punto de vista económico", ha trasladado, instando al Ejecutivo a dejar en manos de los interlocutores sociales la negociación. "Es mucho mejor dejar a lo que son los interlocutores sociales la situación específica de cada una de las empresas", ha instado el exministro, que asegura que ya ha habido una reducción de la jornada en la práctica.

Además, el vicepresidente del BCE ha esgrimido el mismo argumento que las patronales, centrado en la heterogeneidad del tejido empresarial. "Lo que pasa es que no todas las empresas son iguales. En una empresa con uno o dos empleados, ¿cómo reduces la jornada laboral? Si tienes 300 empleados, sí lo puedes hacer. Si eres una gran empresa, sí lo puedes hacer", ha ejemplificado. En esta línea, Guindos no se posiciona contrario a una reducción del tiempo de trabajo, pero pude que se aborde por separado "porque ni todos los sectores son iguales, ni todas las empresas son iguales".

La reducción laboral propuesta por Trabajo pretende situar el tiempo de trabajo en las 38,5 horas semanales durante este curso, pasando a las 37,5 horas en 2025. Lo cierto es que el primer descenso, según los datos que han presentado los sindicatos, “no tendría prácticamente efectos”, dado que la jornada efectiva ya se ubica en torno a las 38,5 horas. Sin embargo, la segunda reducción, afectaría a 10,3 millones de trabajadores, el 94% de los que tienen convenio colectivo, según las cifras de Comisiones Obreras (CCOO).

Recesión técnica en la eurozona

En términos macroeconómicos, el mandatario del BCE ha asumido la posibilidad de que la zona euro entre en recesión técnica; es decir, que acumule dos trimestres consecutivos con una progresión negativa del Producto Interior Bruto (PIB). A falta de conocer los datos del cuarto trimestre de 2023, es posible que el conjunto de veinte países que comparten el euro como divisa común sufra esta situación, aunque entre ellos existen notables excepciones individuales, como la de España.

"Una recesión técnica puede haber", ha reconocido el exministro. No obstante, ha querido despejar los fantasmas de un problema económico de calado, asegurando que “no hemos entrado en una recesión profunda”, sino en un leve recorte momentáneo o en momentos de estancamiento. "Lo que le diría es que la recesión no va a ser profunda y que el mercado laboral está aguantando", ha tranquilizado.

"De acuerdo con nuestras proyecciones, va a continuar la desaceleración de la inflación y el proceso desinflacionista sin haber generado una recesión profunda, porque eso se puede descartar, y con un buen comportamiento del mercado laboral", ha explicado Guindos, para quien, con todas sus sombras, "también hay luces en la evolución de la economía europea". El peligro, eso sí, sería el establecimiento de un crecimiento débil prolongado en el tiempo, lo que impediría a la eurozona despegar de nuevo.

En este sentido, el mandatario del BCE echa balones fuera y asegura que esta evolución no depende de las decisiones sobre política monetaria, que corresponden al organismo que preside Christine Lagarde. Las reformas económicas, la unión bancaria o los mercados de capitales tienen más importancia para Guindos. "Que durante los próximos cinco, seis, siete, ocho, cinco años, el crecimiento en Europa esté por debajo incluso del 1% de media pondría de manifiesto que existen problemas estructurales", ha advertido.

El contexto internacional cambiante y los peligros coyunturales para la economía son un factor difícilmente medible, pero las economías europeas cuentan con fortalezas y mecanismos para sobreponerse. "Creo que en última instancia, con los retoques y con mejoras de productividad que tienen que ver con la inversión, que tienen que ver con la digitalización, que tienen que ver con la economía verde, yo creo que desde el punto de vista social, político, el mercado, el modelo europeo es superior", ha desgranado.