El 14 de octubre es una fecha marcada en rojo por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), fecha clave para la patronal que afronta este viernes el proceso electoral que culminará con la elección de una nueva cabeza -o quizá no tan nueva- al frente de los empresarios españoles.
Sonados ecos resuenan en la sede de la CEOE, conocido por medios y opinión pública: Antonio Garamendi, actual presidente de la patronal, es el nombre más probable para hacerse de nuevo con la presidencia, cargo en el que repetirá durante otros cuatro años más, al ser -en principio- el único candidato formal.
Del nepotismo a la presidencia de la CEOE
Antonio Garamendi Lecanda, nacido en Getxo (Vizcaya) en 1958, es heredero de una larga tradición empresarial. Hijo de Rafael Garamendi Aldecoa, presidente de la naviera Marítima del Nervión y consejero en industrias como Tubos Reunidos -donde posteriormente su hijo desempeñaría el mismo cargo- y Aldecoa, siempre ha estado ligado a la gestión de empresas.
Desde su Euskadi natal, se licenció en Derecho en la universidad de Deusto, iniciándose en el mundo empresarial con la fundación de la Asociación de Jóvenes Empresarios del País Vasco, de la que saltó a la presidencia de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios y de ahí, a la de la Confederación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios.
No obstante, el mayor salto de envergadura de Garamendi fue saltar a una de las grandes organizaciones empresariales, la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (CEPYME), haciéndose con un puesto en la junta directiva. Tras pasar por distintas organizaciones como la Confederación Empresarial de Vizcaya (CEBEK) o la Confederación Española del Metal (CONFEMETAL), Garamendi aterriza en el seno de la CEOE, donde pasó por la ejecutiva desempeñando diversos cargos; desde el de presidente de la Comisión de Energía, pasando por la presidencia de la Comisión de Creación de Empresas; hasta hacerse con la presidencia en el año 2018.
En la presidencia de la CEOE
Garamendi ya llevó a cabo una intentona de liderar a los empresarios españoles en 2014 enfrentándose al por entonces presidente Juan Rosell, pero 33 votos impidieron que el empresario vizcaíno se alzara con el puesto. No obstante, la oportunidad de Garamendi llegó en 2018; cuando coincidiendo con el primer Gobierno de Sánchez, se alza con la presidencia de la patronal española. Cuatro años en los que el presidente de la CEOE ha ejercido un mandato muy personalista en absoluto exento de polémicas.
Actuando a veces más como oposición al Ejecutivo que como baluarte de los intereses empresariales, Garamendi no es desconocido para los medios ni para la opinión pública. Contrario a las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) propuestas por la actual vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el presidente de la CEOE no es ajeno a las polémicas.
Ya en el 2019 estuvo en el punto de mira informativo cuando se negó en rotundo a hacer público su salario como representante de los empresarios españoles. Un salario nada desdeñable si se tiene en cuenta que este ronda los 300.000 euros anuales con 50.000 de variables, lo que se traduce en unos 25.000 euros mensuales sin contar los beneficios derivados de sus empresas. De esta manera Garamendi se convierte en el primer directivo de la CEOE que ocupa este puesto y percibe un salario desde los tiempos de José María Cuevas, presidente de la patronal desde 1984 hasta 2007.
Otra sonada polémica protagonizada por el empresario vasco fue en el 2021, dónde sus controvertidas declaraciones sobre los indultos a los políticos del procés catalán fueron malinterpretadas como un apoyo explícito a las medidas impulsadas por el Gobierno de Sánchez. “Si las cosas se normalizan, bienvenidos sean”, sentenció Garamendi; explicaciones que le granjearon multitud de críticas -especialmente desde el PP- y que culminaron con las lágrimas del empresario ante la Asamblea General de la patronal.
Sus conexiones con la nobleza y su vinculación con el PP
Tampoco es desconocida la vinculación de Garamendi con la nobleza española. El representante de los empresarios españoles está casado con María Acha Satrustegui, miembro de una familia noble propietaria del palacio de Negralejo. Su matrimonio lo convierte en tío político de Laura Vecino, esposa de Rafael Medina (XX duque de Feria) y nuera de Naty Abascal.
A través de Rafael Vecino, expresidente de la multinacional norteamericana Babcock & Wilcox, Garamendi tiene ciertas vinculaciones -que no sorprenden a nadie- con el PP; puesto que Vecino es un empresario próximo al partido.
De esta forma, el previsiblemente reelecto representante de los empresarios españoles abandera las demandas de la patronal -casi siempre contraria a gobiernos progresistas- a la par que, con su personal liderazgo, favorece las políticas conservadoras que defienden a capa y espada el tejido empresarial dejando de lado las necesarias políticas sociales. ¿Se alzará Garamendi de nuevo con la presidencia de la patronal? Todo apunta a que sí, no obstante, habrá que esperar hasta el 8 de noviembre para saber el desenlace.