La irrupción del coronavirus en el mes de marzo provocó un fuerte cambio en los hábitos de consumo de los ciudadanos. Las restricciones de movilidad por el estado de alarma terminaron con los eventos deportivos con público, con las consiguientes pérdidas económicas para los grandes equipos de fútbol a nivel internacional.

Sin embargo, el fin del estado de alarma no supuso la vuelta del público a las gradas, unas restricciones que continúan en esta nueva temporada y que, previsiblemente, continuarán en los próximos meses. Al menos hasta la aparición de una vacuna o un antiviral seguro que permita las grandes concentraciones de personas.

Es el caso de las restricciones que sufre una de las competiciones de fútbol más importante a nivel internacional, la Champions League. Hace solo unas semanas comenzó la competición, que estará marcada por las restricciones o ausencia de espectadores en las gradas y la incertidumbre causada por la pandemia.

Según la Asociación Europea de Clubes (ECA), las previsiones pasan por unas pérdidas de 4.000 millones de euros. Solo en la venta de entradas, se espera una disminución de ingresos del 38,5% frente al 14% sufrido en la temporada 2019/2020, ya que la pandemia solo afectó a los últimos meses.

Solo las televisiones pueden salvar la Champions

Ante estas circunstancias, los expertos lo tienen claro: solo las televisiones pueden salvar la supervivencia de la competición y de los grandes equipos. Para ello, existen comparadores multiservicios como Roams que ya se han puesto en marcha para analizar los efectos económicos y avanzar posibles soluciones.

El informe certifica que la última temporada completa celebrada antes de la pandemia, la de 2018/2019, supuso un récord de ingresos para la UEFA de 2.816 millones de euros. Ahora, “las ganancias quedan totalmente en el aire esta temporada”, explican desde Roams, que alerta de que no solo afectará a la institución como tal, sino también a los clubes.

De hecho, asegura que los equipos participantes en la temporada 2019/2020 se repartieron un total de 1.950 millones de euros, distribuidos siguiendo distintos criterios, como la clasificación para la fase de grupos, las victorias o el ranking UEFA. Estos ingresos son claves para los clubes españoles, según el informe, en un ranking que lidera el Real Madrid.

En concreto, el club de Florentino Pérez ocupa la primera posición del ranking UEFA y lidera las ganancias con 35,46 millones de euros; seguido por el Fútbol Club Barcelona, con 34,35 millones. La cuarta posición de la clasificación es para el Atlético de Madrid, que la temporada anterior recibió 32,13 millones.

Además, el informe de Roamsn recuerda que “levantar el título de campeón de la Champions no es solamente un éxito a nivel competitivo, sino también económico”. Por su victoria en la temporada 2019/2020, el Bayern de Múnich recibió 118 millones de euros.  

El mercado de fichajes, "más austero de lo habitual"

“Las dificultades que está experimentando el mundo del fútbol a nivel económico a causa de la pandemia han quedado demostradas durante el mercado de fichajes, más austero de lo habitual. Los ingresos por la venta de entradas y abonos son muy importantes para los clubes, y este informe alerta también sobre la incertidumbre que rodea los premios que reciben de la UEFA al participar en la Liga de Campeones”, expone Eduardo Delgado, CEO de Roams.

Con estas cifras, “y con los premios de la competición en duda”, según el informe, la gran esperanza son los ingresos televisivos, tanto para la UEFA como para los clubes de fútbol. “La televisión se presenta como la única opción para disfrutar de la Liga de Campeones esta temporada. En España, Movistar y Orange son las únicas operadoras que ofrecerán la competición completa a través de una amplia oferta de tarifas y packs”, detalla Delgado.

“El 90% de las tarifas cuentan con promociones para que los espectadores puedan disfrutar de una reducción en el precio. Las operadoras han comprendido la necesidad de adaptarse a las necesidades y preferencias de cada usuario en estos momentos difíciles”, explica el CEO de Roams, poniendo en relieve el cambio de consumo entre los aficionados.

De hecho, la opción de ver el partido en el bar de confianza tampoco parece la alternativa ideal por las medidas de restricción en la hostelería y la reducción de aforos y horarios a nivel nacional. Incluso algunas comunidades autónomas como Cataluña han decretado el cierre de bares y restaurantes durante 15 días para frenar los contagios.

“Los operadores de telefonía son quienes mejor parados salen en esta competición europea, ya que las opciones para ver la Champions League por parte de los aficionados se reducen prácticamente a esta alternativa”, asegura el responsable.

Por todos estos motivos, parece que la solución para disfrutar de la Champions League pasa por contratar los servicios de Movistar o de Orange, que han reducido sus precios para adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo. De hecho, ambos operadores han ampliado su oferta de tarifas para adaptarse a las necesidades de los aficionados, tal y como certifica Roams, con distintas opciones de móvil e internet.