Las familias españolas han aumentado su riqueza financiera neta en un 7,2% en el segundo trimestre del año hasta los 1,71 billones de euros. Así lo desvelan las cuentas financieras publicadas por el Banco de España, que engloban en esta cifra también a las instituciones sin ánimo de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH). Además, las cuentas del Banco de España desvelan un ligero aumento de la deuda de los hogares hasta el 61,4% del PIB.

El total de los activos financieros netos de las familias en el cierre del segundo trimestre supone el 147,7% del PIB, más de un 11% por encima del mismo periodo de 2020 por el aumento de los activos y el retroceso del PIB.
Por otro lado, el saldo total de activos financieros -incluyendo el dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- ha alcanzado en este segundo trimestre niveles máximos de 2,48 billones de euros, un 5,1% más que en el mismo periodo del año pasado y una cifra equivalente al 214,1% del PIB.
Esta mejora refleja la adquisición neta de activos financieros, en los 68.800 millones de euros en el último año, que se concentra en los depósitos y en los fondos de inversión. Asimismo, a esto se suma la revalorización de los activos financieros en 51.100 millones de euros, centrada en la primera mitad del año.
El 41% corresponde a efectivo y depósitos
El informe del Banco de España explica que el mayor de los activos financieros se ha encontrado en efectivo y depósitos, correspondiente al 41% del total. A este grueso le siguen las participaciones en el capital, con un 25%; seguros y fondos de pensiones y participaciones en fondos de inversión.
Las participaciones en fondos de inversión son las que más aumentaron su peso en los activos financieros de los hogares en el último año, con un 1,8% más, mientras que el peso de las participaciones en el capital destaca por caer un 1,5%. Esto último sucede por el resultado negativo de las transacciones.
En el lado contrario, la deuda consolidada de las empresas y hogares ha cerrado el segundo trimestre en los 1,67 billones de euros, equivalente al 144,2% del PIB, con un repunte del 1,8% frente al mismo periodo de 2020. Este aumento de la deuda agregada corresponde a la mejora de la deuda consolidada de las sociedades no financieras, desde los 933.000 a los 961.000 millones de euros, en el 82,8% del PIB.
En el caso de los hogares y los ISFLSH, la deuda agregada ha aumentado desde los 711.000 a los 712.000 millones de euros, un millón más, para situarse en el 61,4% del PIB. En términos netos, las sociedades no financieras consiguieron financiación nueva por el equivalente al 2,5% del PIB, mientras que los hogares e ISFLSH captaron financiación por un 0,5% del PIB.