El Euríbor, principal indicador al que se referencian las hipotecas a tipo variable, ya ha superado la barrera del 4%. El valor no frena su ascenso meteórico y cierra en junio su cifra a 12 meses en el 4,001%, dato más alto desde finales de 2008. Desde que superase el 16 de junio el 4% en sus valores diarios, el Euríbor ha seguido creciendo, llegando a marcar un 4,14%. El rally alcista del Banco Central Europeo (BCE) no va a parar a corto plazo, tal y como han anunciado sus principales responsables, por lo que el indicador que determina la evolución de las hipotecas continuará al alza.

El BCE "seguirá subiendo los tipos en julio", advertía este miércoles Christine Lagarde, presidenta del organismo. A mediados de junio el Consejo de Gobierno aprobó una nueva subida de 25 puntos básicos, replicando la realizada en mayo, y situó el precio del dinero en el 4%. A finales de julio, momento en el que está agendada una nueva reunión relativa a la política monetaria, se realizará un nuevo incremento, previsiblemente del mismo valor. De ser así, se alcanzará el valor más alto para los tipos de interés de la historia del euro, igualando el 4,25% establecido en junio del 2000 y que se mantuvo hasta octubre de 2008.

"Es poco probable que en un futuro próximo el banco central pueda afirmar con plena confianza que se han alcanzado los tipos máximos", confirmaba Lagarde, dejando la puerta abierta a más subidas tras la que se aprobará en julio. "Creo que julio es un hecho consumado. Se ha indicado y es bastante claro. Septiembre dependerá", refrendaba Luis de Guindos, vicepresidente de la institución. En verano se cumplirá un año desde que comenzó la política antiinflacionista del BCE con un ascenso meteórico que se ha trasladado rápidamente a los préstamos.

El objetivo de alcanzar un 2% de inflación en la eurozona sigue siendo el máximo objetivo del BCE y, a pesar de quem países como España ya ubican su dato nacional por debajo de ese valor, la heterogeneidad de las diversas economías que comparten divisa y la entrada en recesión técnica del conjunto de la eurozona y de su principal motor, Alemania, todavía preocupa al organismo. Más allá de la macroeconomía, continuará golpeando directamente a familias y pequeñas empresas con préstamos variables suscritos.

La inflación ha disminuido, pero se prevé que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo. El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación vuelva pronto a situarse en su objetivo del 2 % a medio plazo”, reza el comunicado compartido por el organismo en junio. Además, la revisión al alza de las previsiones de inflación evidencia la una nueva subida, que llegará en un mes. Los expertos del Eurosistema modifican las estimaciones para la zona euro y ahora esperan que la inflación general se sitúe en un 5,4% en 2023, un 3% en 2024 y un 2,2% en 2025, los tres datos una décima más altos que los presentados en marzo.

Más ascensos para las hipotecas

Las hipotecas, referenciadas en su gran mayoría por el valor del Euríbor, continuará ascendiendo simultáneamente a los tipos de interés. En sus datos diarios han superado ya el 4,1% y el valor a doce meses con el que ha cerrado junio se coloca por encima del 4%, lo que afectará directamente a todas las hipotecas variables que se enfrente a una revisión de sus condiciones próximamente, pero también a aquellas de nueva constitución. Las hipotecas fijas ya constituidas pueden estar tranquilas; sin embargo, aquellos ciudadanos que quieran solicitar un préstamo hipotecario actualmente y busquen refugiarse en el tipo fijo para evitar estas oscilaciones a futuro, verán como estos tipos superan holgadamente el 3%.

La imposibilidad de poder acceder a las hipotecas, disparada en ambas modalidades de tipos, y el precio de los alquileres disparado pone en una situación muy compleja a miles de familias que afrontan problemas para costearse un hogar. El mayor golpe pueden sufrirlo aquellos hogares con una hipoteca variable que se enfrente próximamente a revisión. Atendiendo a una hipoteca de 150.000 euros a 25 años con un diferencial del 1%, la letra mensual parará en la revisión de los 570 euros a los 870 euros, lo que supone un incremento mensual de 300 euros en la cuota. Un aumento que al año supondrá una diferencia de 3.600 euros. Más sangrante será el incremento para hipotecas de 200.000 euros, donde se alcanzarán alzas de 400 euros al mes.