España no quiere perder la oportunidad que le ofrecen los intercambios en las exportaciones agroalimentaria frente a Reino Unido. La crisis sanitaria ha supuesto una revaluación de muchos de los aranceles entre los países, por ejemplo también por ejemplo con Estados Unidos, cuyos aranceles contra productos agroalimentario españoles - aceite, vino y quesos- podrían suprimirse definitivamente el próximo mes de julio.

De hecho, en los últimos años, nuestro país habría doblado sus envíos agroalimentarios al Reino Unido e incluso en el año del comienzo de la pandemia en Europa, 2020, incrementó un 1 por ciento sus exportaciones, aproximadamente más de 4.000 millones de euros, tal y como asegura Jochen Müller, director adjunto de la representación de la Comisión Europea en España

Este incremento del 1 por ciento puede ser debido a que durante el último trimestre de 2020 y ante la inminente salida de Reino Unido de la Unión Europea debido al Brexit, se trató de realizar un aprovisionamiento de determinados productos alimenticios procedentes de España. Aunque es cierto que durante los primeros meses Reino Unido ha experimentado dificultades en cuanto a los certificados sanitarios en la aduana. 

No obstante, desde Bruselas, esperan que el país vecino siga comprando en el mercado de la Unión de Europea y no opte por otros proveedores que no les den la seguridad y calidad de los productos de los productos europeos. 

Durante 2020, la tendencias de la balanza comercial agroalimentaria de la Unión Europea crecieron crecieron en total un 1,4 por ciento, es decir se alcanzó un superávit de 62.0000 millones de euros.

Digitalización

Por otro lado, un estudio de YouGov, asegura que durante el pasado año, una quinta parte de las empresas españolas encuestadas para el estudio pusieron en marcha una tienda online. De esta forma, el mercado español se situaría en la vanguardia europea. En cuanto a las redes sociales, nuestro país también se sitúa a la cabeza de las empresas que se han sumado a las redes sociales, por ejemplo España se sitúa en el 65 por ciento, seguida de Francia y Reino Unido que se posiciones en un 59 por ciento. Aunque con cierta lentitud nuestro país ha aprovechado los efectos de la pandemia y las restricciones a la movilidad para abrirse en un mercado europeo a través de internet y atraer así a nuevos clientes tanto nacionales como extranjeros. 

No obstante, como siempre, existe un lado oscuro en lo que resultaba ser una estrategia idílica y es que, por su parte, Reino Unido ya no está sujeto a la legislación comunitaria que impide a las empresas elevar las tasas por transacción. Es decir que cuando un español pague en un comercio online u offline en Reino Unido, y viceversa, el comercio tendrá que hacer frente a un coste mayor, lo que implica un golpe para las pequeñas y medianas empresas que s han sumado por fin a la dinámica de la digtalización. 

En concreto, a partir del mes de octubre esa tasa subirá un 1,5 por ciento para las tarjetas de débito, aunque también se aplicará una subida en las tarjetas de crédito. Como resultado, tanto los comerciantes de la isla como los españoles se verán obligados a asumir ese coste y por ende ha elevar el precio de sus productos. 

Según Deloitte, esta situación afectará sobre todo al sector del turismo y a los marketplaces. Por su parte, CBCommerce asegura que los españoles realizan un 14,2 por ciento de sus compras online transfronterizos con el Reino Unido, por lo que las tasas podrían suponer un mazazo para este tipo de clientes que han apostado por internet para salvar sus negocios durante la propagación del Covid-19.