Las plantaciones de marihuana en España dejan unas huellas muy particulares. Así, aunque sean difíciles de detectar por su carácter ilegal, se pueden tomar medidas en contra de estos huertos. Una de las pistas que se pueden seguir para ello reside en el consumo eléctrico, cuando el cultivo se hace en espacios interiores. De hecho, el crecimiento de la marihuana consume 24 horas al día de luz a través de enganches ilegales en la red eléctrica. Y seguiría a más, ya que esta forma de cultivar el cannabis en España ha crecido en los últimos años hasta acaparar en el año 2022 el 81% de las plantas de marihuana incautadas en el conjunto de la Unión Europea, según la European Drug Report 2024. 

Tal y como ha indicado Endesa a través de un comunicado de prensa este miércoles, su filial de redes, llamada e-distribución, desconectó un total de 1.260 de estos enganches ilegales en el primer semestre del año 2024. Esto supone una media de siete plantaciones por día desenchufadas de la red eléctrica. Además, en comparación con las cifras de la compañía del año anterior, tuvo un aumento del 14%. En general, la filial de Endesa detectó unos 32.336 fraudes eléctricos durante el primer semestre del 2024. Es decir, un 40% más que en el mismo periodo el año anterior. Así, supone una media de siete fraudes descubiertos por cada hora. Así, desde la energética consideran que esto muestra "la magnitud de un problema creciente que amenaza la seguridad física de los vecinos", así como también a "la calidad de suministro eléctrico en zonas con alta concentración de fraude". 

Endesa ha calculado que la energía consumida por estas plantaciones en los seis primeros meses del año  fue de 141 millones de KWWh. Este es el equivalente al consumo que realizan cerca de 40.300 hogares y supone el 35% de toda la energía defraudada contabilizada por la compañía. De hecho, la empresa cifra e 2,2 TWh de electricidad el consumo del total de las plantaciones de cannabis existentes en España. Esta cantidad es similar a la demanda de un año completo de Sevilla. 

De incendios a cortes en suministros: los problemas de los enganches ilegales de las plantaciones

Los enganches ilegales no solo suponen un problema para los vecinos y su producto. Endesa esgrime que genera otra serie de amenazas, como los incendios y las electrocuciones como consecuencia de la manipulación de la instalaciones eléctricas. Por ejemplo, en este mismo mes de julio se calcinaron cinco centros de transformación en Andalucía: tres en Sevilla, uno en Almería y otro en Granada. Esto se debió a que no pudieron resistir la sobrecarga de la red dada la alta demanda procedente de las plantaciones de marihuana. 

Los riesgos no se quedan solo en las propias instalaciones eléctricas, sino que pueden derivar también en incendios de los edificios y viviendas en los que se encuentran las plantaciones o en cortes en los suministros, por la incapacidad de satisfacer esa demanda de electricidad. En su comunicado, Endesa detalla: "En algunos puntos de la red gestionados por e-distribución se ha incrementado la potencia para intentar evitar las interrupciones en el suministro a los vecinos". Sin embargo, también ha indicado que aunque la potencia instalada "multiplica hasta por doce la que sería necesaria en función al número habitantes", las incidencias continúan ocurriendo, lo que "evidencia un alto volumen de enganches". 

A su vez, Endesa denuncia que también supone un riesgo físico para los inspectores y técnicos de su filial. "En un entorno de violencia creciente, en determinadas zonas deben trabajar con la cara cubierta para evitar su identificación y desarrollan su labor siempre acompañados por fuerzas policiales cuando acuden a desconectar las plantaciones de marihuana", han subrayado desde la compañía. De hecho, la empresa ha registrado 51 casos de agresiones y 45 amenazas contra sus empleados en los últimos tres años cuando procedían a desmantelar fraudes eléctricos, no solo de plantaciones de cannabis. 

Además, esta serie de fraudes en la energía a través de enganches ilegales suponen un "importante" impacto económico a nivel social. Según estiman en la compañía eléctrica, estos enganches les cuestan a los consumidores españoles unos 2.000 millones de euros al año, lo que equivale a 69 euros al año por cada punto de suministro. Sin embargo, las penas por fraude eléctrico en España son inferiores a las de otros países europeos, como Alemania, Francia o Italia. 

Casi 200.000 inspecciones realizadas contra manipulaciones en la red

Desde Endesa han querido remarcar que la compañía ha realizado casi 200.000 inspecciones para detectar las manipulaciones en la red eléctrica. En algunas de ellas, "fue decisiva la colaboración de los ciudadanos" que informaron de manera anónima a su distribuidora de sus sospechas en esta materia. Asimismo, también destaca el uso de las "últimas tecnologías y la inteligencia artificial" como "valiosos aliados" en la detección de estos casos. 

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