El productor musical Nacho Cano ha sido imputado por traer presuntamente a migrantes en situación irregular para trabajar en su espectáculo Malinche. Así ha quedado certificado por la Policía después de recabar las pruebas que vendrían a certificar este escenario, al que Cano ha respondido como hiciera en su detención cargando contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Apenas han transcurrido unas horas desde que la jueza María Inmaculada Iglesias haya imputado al ex de la banda ochentera y éste ya se ha pronunciado, poniendo el foco en el líder del Ejecutivo, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

“Ellos sí mueven dinero público (…) Yo solo doy alegría”

Si hace unas semanas, Cano sostenía que lo que había pasado estaba “fabricado” para distraer la atención pública de “la principal historia, las imputaciones a Begoña Gómez y al herano del presidente”, ahora el ex de Mecano asevera que las tres personas anteriormente mencionadas quieren poner una “cortina de humo”. “Todo esto es un montaje de la banda de Sánchez, o de la banda de Maduro y de Sánchez y de Zapatero para poner cortinas de humo de sus rollos y sus historias, que tienen dinero de Venezuela, que tienen dinero público (…) Ellos sí mueven dinero público de todos nosotros para gastárselo en sus historias”, ha expresado en un vídeo que se ha grabado a sí mismo.

En las imágenes también reseña que él va a salir “cada vez que le den” porque no tiene “nada que ocultar”, porque lleva “siete presidentes” mientras él sigue y porque, asegura, él solo da “trabajo, canciones, alegría” y no tiene “nada que ocultar”.

Así se gestó el ‘caso Malinche’

Todo se habría orquestado a partir de un grupo de Whatsapp. Desde la red social el equipo de Cano pidió formalmente a los becarios que se hicieran pasar por turistas que volaban desde México, a quienes se les entregó a su vez billetes -también falsos- sin opción de retorno.

El atestado policial que puso en marcha el procedimiento contra el miembro del grupo liderado por Ana Torroja se inició el 11 de enero de este mismo año, a raíz de una denuncia formulada por la alumna Leslie Guadalupe. De 28 años, la artista confirmó que había realizado un casting meses antes en el país latinoamericano con el objetivo de “formar parte de una compañía teatral de baile en España” cuyo productor era Nacho Cano. Es decir, para participar en Malinche.

La bailarina recibió la llamada de la representante del productor, que fue el encargado de comunicarle que había sido seleccionada para participar del show junto a casi una veintena más de participantes que pasaron a formar parte del grupo de Whatsapp en el que parece que todo estaba preparado.

Por aquí recibieron las instrucciones a seguir para realizar su traslado desde el otro continente hasta Madrid, previsto para diciembre de 2023. Antes de llevar a cabo el polémico procedimiento -que se explica de forma algo más exhaustiva en las próximas líneas-, estaba previsto que el proceso de formación durara “hasta noviembre de 2024 o enero de 2025”, afianzando siempre que la situación estaría regularizada.

Después de recabar las pruebas, las autoridades tuvieron claro que los becarios “fueron introducidos como turistas, siendo aleccionados para fingir que accedían como tales”. “Les recuerdo que viajarán en calidad de turistas. No deben mencionar en migración que van para estudiar”. Este fue el mensaje que escribió uno de los colaboradores de Cano, que también se encuentra investigado junto al productor musical y dos compañeros más.

Fueron introducidos como turistas, siendo aleccionados para fingir que accedían como tales

Para no levantar sospechas, los viajeros llegaron al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en distintas fechas y de manera escalonada, según cuenta la denunciante. En su versión, contabiliza también un billete de regreso “sin intención de utilizarlo” y una reserva en el hotel Cats que finalizaría ese mismo mes. Esto también habría resultado problemático, y es que había habitaciones en las que dormían hasta ocho personas. Lo mismo pasaría con las dietas, que en ocasiones se tendrían que pagar ellos mismos. En concreto, los trabajadores recibían diez euros en mano para los fines de semana, mientras que la comida y la cena corría de su cuenta.

Por orden cronológico, los estudiantes llegaron a España a principios de diciembre, peor no fue hasta finales de enero cuando se llevaron a cabo las “solicitudes de Autorización de Estancia por estudios, investigación, formación, intercambio de alumnos, prácticas laborables o servicios de voluntariado final” ante el área de extranjería de la Delegación del Ejecutivo madrileño.

Para más inri, los artistas comenzaron a ensayar coreografías el día después de su aterrizaje, antes incluso de haber solicitado la autorización administrativa correspondiente, por lo que desde ese momento la situación de los bailarines ya sería irregular. Hay otros hechos que se esgrimen del caso, como que los bailarines trabajaron en un bar de copas del musical además de actuar encima del escenario. A pesar de las pesquisas, el productor incide en que lo que está ocurriendo es un “montaje” y lo vincula a su relación de amistad con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.