La siderúrgica vasca Sidenor mantiene su interés por entrar en el capital de Talgo. La compañía sigue sentada en la mesa de negociación con los diferentes accionistas presentes en el capital del fabricante de trenes nacional, concretamente con Trilantic, mientras confía en recibir el apoyo del Gobierno central en la operación. Y es que prevé cerrar el acuerdo a lo largo de este mes de enero, antes del próximo día 31.
El pacto de accionistas entre los tres grandes dueños de Talgo, Trilantic, la familia Abelló y la familia Oriol, terminó el pasado 31 de diciembre de 2024 sin un acuerdo sobre la mesa para vender parte de la participación al inversor interesado, ahora Sidenor. Esto supone que ahora Trilantic puede negociar en solitario, sin la opinión de las otras dos grandes familias presentes en el capital de Talgo para vender su participación del 29,9% en el capital del fabricante de trenes. Sidenor negocia desde hace meses con los propietarios de esta participación en el capital de la compañía, concretamente desde los últimos meses de 2024 y no parece haber cambiado nada en este 2025. O al menos en el arranque.
Tras el veto del Gobierno a la opa presentada por el grupo húngaro Magyar Vagon sobre Talgo, a mediados de octubre apareció la compañía vasca como salvadora del fabricante de trenes nacional. Una aparición pública que surgió tras las palabras del propio lehendakari vasco, Imanol Pradales, de “hacer todo lo posible” para mantener el negocio de Talgo en el País Vasco. Sidenor y su presidente, José Antonio Jainaga, dejaron claro su interés por entrar en Talgo como socio industrial -lo que realmente necesita el fabricante de trenes y no tanto un gran inversor financiero- a mediados de octubre.
Una opción que ha gustado en Euskadi tanto a nivel empresarial como político. Tanto el lehendakari, del PNV, como diferentes dirigentes vascos han celebrado la opción de Sidenor como salvadora de Talgo. También otras empresas vascas, concretamente las fundaciones de los bancos radicados en la comunidad, entre ellos BBK, han dejado constancia de su apoyo a la entrada de Sidenor en el capital de Talgo. Y es que, en la práctica, previsiblemente irán de la mano de la siderúrgica vasca a la hora de salvar la capacidad de producción de Talgo.
Reunión clave antes de Navidad
El consejo de administración de Talgo celebró una reunión clave justo antes de irse de vacaciones de Navidad en la que el futuro de la compañía estaba sobre la mesa como uno de los puntos centrales de la reunión. Sin embargo, no trascendió la toma de ninguna decisión tras la celebración de esta reunión clave para el presente y el futuro de la compañía. Es más, Sidenor ha asegurado hace apenas unos días que sigue sentada en la mesa y que, por el momento, no ha recibido ningún rechazo a la oferta presentada a finales del 2024 por alrededor del 30% de Talgo, concretamente el 29,9%.
El único problema para no haber dicho ya sí a la entrada de Sidenor parece estar en el precio que ofrece la siderúrgica vasca por el porcentaje de Talgo a comprar. Y es que estaría en los 4 euros por acción, por debajo de los 5 euros por acción que ofrecía Magyar Vagon por el negocio del fabricante de trenes en su oferta anterior.
Mientras tanto, el Gobierno español ya ha dejado claro que la opción de Sidenor le parece bien, al contrario de lo que ocurrió con el grupo húngaro. Es más, miembros del Ejecutivo han asegurado públicamente también que harán lo propio para asegurar el futuro de Talgo como fabricante de trenes nacionales. Esto supone que Sidenor y el Gobierno vasco podrían ir de la mano del Gobierno central en la entrada en el capital de Talgo.
Para ello, el ministro de Transportes, Óscar Puente, reunió la semana pasada a las partes protagonistas de la operación de Talgo, Sidenor, Trilantic y el Gobierno vasco. El objetivo pasaba por acercar las posiciones en una negociación que ya se presenta in extremis. Tanto que a mediados de diciembre Puente se lanzó a visitar una de las plantas de Sidenor en una muestra de apoyo a la compañía vasca.
¿Fin al culebrón Talgo después de un año de incertidumbre?
Y es que los planes pasan porque el futuro de Talgo quede pactado antes de que acabe este mes de enero, poniendo fin así a más de un año de incertidumbre para la compañía, pero no solo para la dirección, sino también para sus trabajadores. "Es el candidato que encaja con la filosofía del Gobierno, pero entendemos que los accionistas tienen el legítimo derecho de realizar o no sus acciones y de obtener el mayor beneficio por ellas", ha defendido Puente hace apenas unos días sobre el caso.
Talgo no necesita un inversor financiero, necesita la entrada de un socio industrial que, con su capacidad productiva, pueda hacer frente a la cartera de pedidos presente y futura del fabricante de trenes. Y lo lleva necesitando desde hace tiempo. Desde hace más de un año ha sido protagonista de la actualidad empresarial, casi día tras día, con la aparición de varios interesados en formar parte de su capital. Una situación que ha plagado de incertidumbre el presente y futuro de la compañía, con informaciones, negociaciones y rumores que solo hacían que preocupar a los trabajadores de la compañía.
La última de las empresas interesadas en Talgo ha sido la compañía polaca Pesa, con la que Talgo ha formalizado contratos y colaboraciones en los últimos meses. Sin embargo, parece que Sidenor está cerca de cerrar la operación, esta vez sí con el visto bueno del Gobierno nacional, y parece que lo hará en los próximos días. Eso es lo que esperan tanto desde el Ejecutivo vasco como desde el Gobierno central. Lo que habrá que ver es si, finalmente, el Ejecutivo busca un socio inversor, puramente financiero, o si opta por materializar su entrada en Talgo a través de la SEPI, el vehículo inversor público dependiente del Ministerio de Hacienda.