Molins ha revolucionado la actualidad empresarial de las últimas horas. La empresa familiar catalana dedicada al sector de la construcción, especialmente a la fabricación de cementos y soluciones para la construcción, ha anunciado su vuelta a Cataluña tras abandonar su sede en 2017 tras el referéndum independentista. Ahora, la compañía ha anunciado que volverá a su planta original, situada en Sant Vicenç dels Horts, en la provincia de Barcelona, en la carretera N-340, siete años después de llevarse su sede social a Madrid. Molins se convierte en la primera gran empresa catalana en anunciar la vuelta de su domicilio social a la región.

Así lo ha aprobado el consejo de administración de la compañía, tal y como ha comunicado este martes en una información relevante remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En la reunión celebrada hace apenas 24 horas, el consejo de Molins tomó la decisión "por unanimidad" de devolver su domicilio social a la localidad barcelonesa de Sant Vicenç dels Horts. Una decisión que el máximo órgano de control de la compañía ha tomado en la reunión celebrada en Madrid, la que ha sido su sede social desde 2017 tras abandonar Cataluña.

Además de esta decisión, clave en su historia, el consejo de administración de Molins ha aprobado también el reparto de un dividendo de 0,55 euros brutos por acción a cuenta de los beneficios de 2024 entre sus accionistas. La compañía repartirá dividendo el próximo 19 de diciembre, en los días previos al arranque de la temporada navideña, tal y como ha comunicado también a la CNMV. La compañía detalla que este reparto se hará a través de las entidades participantes en la Sociedad de Gestión de los Sistemas de Registro, Compensación y Liquidación de Valores SA (Iberclear), mientras que el agente de pagos será Banco Sabadell.

Cataluña celebra la vuelta de Molins 

Personalidades y empresas catalanas han celebrado la vuelta de la compañía cementera a la localidad barcelonesa desde el mismo momento del anuncio remitido a la CNMV. Uno de los primeros ha sido el actual presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, que ha celebrado que "grandes empresas vuelven a Cataluña". "Podemos abrir una etapa de avances si hacemos bien el trabajo. Buen gobierno, estabilidad política y seguridad jurídica para generar prosperidad y empleo. Europa en beneficio de todos", ha asegurado Illa en su cuenta de X, la anterior Twitter. 

 

Esta es la primera gran empresa que vuelve a Cataluña tras abandonar su sede en el procés. Una intención que podrían continuar otras grandes empresas, o al menos eso esperan los dirigentes catalanes. El propio Illa ha asegurado que el Govern trabajará "para que Cataluña sea, de nuevo, motor económico de España y de Europa en beneficio de todo el mundo". También el ex presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, ha celebrado la vuelta de la compañía a la región. "Aquí hay una situación que hace que determinadas empresas se hayan planteado volver", ha celebrado el ex presidente tras conocerse la decisión de la cementera familiar. 

Por otro lado, la mayor patronal catalana de empresarios, Foment del Treball, ha celebrado también la vuelta de Molins al entramado empresarial catalán. Su presidente, Josep Sánchez Llibre, ha valorado el anuncio como "una gran noticia para Cataluña". El líder de los empresarios catalanes ha felicitado a los directivos y al consejo de administración de Molins "por esta decisión de devolver el centro de decisiones de Cementos Molins a Catalunya". 

Al igual que las personalidades políticas catalanas, el presidente de la patronal ha reconocido que, desde que asumió la presidencia de Foment del Treball, avanzó que muchas empresas relevantes volverían a Catalunya. Ahora celebra que esto se esté cumpliendo, al menos con la primera gran empresa en hacerlo: "Este es un primer paso, que esperemos que no sea el último".

Molins, una empresa familiar casi centenaria

La cementera Molins nació en 1928, hace casi cien años, fundada por Juan Molins Parera. El fundador creó la compañía familiar con el objetivo de dar continuidad a las explotaciones de canteras y fabricación de cal y cemento natural que en ese momento se encontraban en las localidades catalanas de Pallejà, Vallirana y Sant Vicenç dels Horts, donde volverá a llevar su sede social la compañía.

La empresa familiar saltó a bolsa en 1942, 14 años después de su fundación, y expandió su negocio durante los años 50, 60 y 70. Ya en la década de los 80, la compañía catalana comenzó su expansión más allá de España, llegando a nuevos mercados y nuevos productos gracias a la diversificación de soluciones para la construcción. Ahora, tiene presencia en cuatro continentes, con especial influencia en países como Argentina, México, Bangladesh, Túnez, Bolivia o Colombia. La empresa catalana es la primera en volver a su Barcelona natal, en concreto a la sede de Sant Vicenç dels Horts. Habrá que esperar a ver si el resto de grandes empresas replican su movimiento. 

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