Escribir correos a los clientes, priorizar las obligaciones en el trabajo o leer una nómina. Estas son algunas de las tareas que los empresarios españoles consideran que los jóvenes no son capaces de hacer en el trabajo. Así lo ha indicado el estudio 'Youth & Empowerment', que llevaron a cabo la compañía española Idílica Innovación y la griega K.A.N.E.  

Las conclusiones de este proyecto esgrimen que existe una "diferencia significativa" entre la percepción de las empresas y la de los jóvenes sobre las capacidades de estos. Así, los recién incorporados consideran que sí tienen las herramientas para afrontar determinadas actividades dentro del trabajo, mientras los empresarios españoles no comparten las mismas impresiones que estos trabajadores. 

Empresas: consideran que los jóvenes carecen de formación específica sobre cómo trabajar en ellas

Pese a que estos trabajadores sí cuentan con una formación académica, las empresas resaltan que carecen de conocimiento específico sobre cómo trabajar en una empresa, según ha subrayado el estudio de las compañias española y griega. Por ejemplo, mientras el 80% de los jóvenes del estudio consideran que tiene la capacidad de establecer prioridades de forma autónoma, solo el 22,2% de los empresarios respaldan esta opinión.

Esta discrepancia de opiniones se extiende a otras actividades. En el caso de enviar correos correctamente, sólo el 37,7% de las empresas consideran que los jóvenes pueden hacerlo, frente al 80% de estos. Lo mismo ocurre con las reuniones con los clientes: el 70% de la población joven entrevistada considera que está preparada para afrontar ese tipo de situaciones, frente al 86,7% de los empresarios, que mantiene la visión opuesta.

Otro punto de diferencia es la capacidad de los jóvenes de asumir críticas constructivas. El 81% de estos considera que que que pueden aceptarlas, así como subrayan que se sienten cómodos cuando las reciben para mejorar su rendimiento. El punto de vista de las empresas es que "carecen de tolerancia a la crítica" y que las reciben desde una perspectiva "equivocada".

De la instrucción en los centros superiores a las compañías

Las investigaciones llevadas a cabo por las compañías española y griega, según reivindican en este, "se centra en algo que no se enseña en universidades o formaciones profesionales". Varios de los aspectos que trata rodean aspectos de la vida laboral que cualquier trabajador experimentado "conoce y maneja", pero que son ajenos para la juventud. 

Tal y como ha señalado el estudio sobre las relaciones entre la juventud y empresarios, los jóvenes han manifestado que suelen tener un "fuerte deseo" de orientación de aprender lo máximo posible, dentro de los primeros trabajos. De igual forma, es una manera de comenzar a ganar la experiencia laboral práctica de la que carecen, pese a sí estar preparados para solicitar y realizar entrevistas de trabajo. 

El estudio ha resaltado que en el periodo de formación en el mundo laboral, las empresas tienden a encargarles tareas pequeñas, repetitivas y sencillas. Tal y como pone de manifiesto el estudio, así pueden demostrar su capacidad, responsabilidad y compromiso para poder realizar "tareas de mayor envergadura". De igual forma, les ayuda a mostrar otras características que las empresas aprecian, como la humildad. 

Los jóvenes "experimentan pesimismo y derrota" en el mercado laboral

En el proyecto, subrayan que el panorama laboral de los jóvenes ha generado una "percepción negativa" entre la juventud, debido a las crisis acontecidas en los últimos años. Estas han generado determinadas condiciones laborales que enfrentan "con resignación. Por ejemplo, salario medio de las personas jóvenes sería de 1.315,40 euros brutos. Así lo indican los últimos datos disponibles sobre el salarios de los trabajadores del INE, de 2022. De la misma forma, el grupo de los jóvenes está condicionado por una mayor proporción de trabajadores en jornadas parciales y de contratos temporales. 

Consideran que estos "experimentan pesimismo y sensación de derrota", probablemente por las crisis de años anteriores. De igual forma, esgrimen que los jóvenes consideran que van a ser explotados, mal remunerados y que es difícil encontrar una buena oportunidad laboral. Así, tendrían una falta de ambición laboral y carecen de formación específica sobre cómo es trabajar en una empresa.