Los datos del paro continúan siendo una de las aristas principales en los argumentarios de los partidos integrantes del Gobierno de coalición, así como de los que se encuentran en la oposición. Esta semana se daban a conocer los datos de paro del mes de enero, un mes tradicionalmente malo para este indicador. Una de las reacciones más esperadas era la de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha indicado que “en enero el paro ha aumentado en 70.744 personas”, antes de poner en valor que “este incremento ha sido más moderado que la media histórica y que otros eneros recientes, lo que muestra una mayor estabilidad del mercado laboral”.

Un pasado negro

La vicepresidenta ha colocado ese mensaje en sus redes junto a una gráfica en la que de demuestra que el promedio de parados durante el mes de enero entre 1997 y 2022 ha sido de 81.424 personas desempleadas. Llama poderosamente la atención el enero del año 2009, con un total de 198.838 parados, una cifra récord a la hora de hablar de desempleo, seguida por el año 2012 con 177.470 personas sin empleo en el arranque de año. Es decir, el primer pico corresponde con la gran crisis económica de 2008 y el segundo con uno de los años más horribles para nuestro empleo.

El año 2012 terminó con 5.965.400 de personas en paro y con un gran ritmo de destrucción de empleo desencadenado por los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. En concreto, ritmo de destrucción del empleo público fue mayor que en el privado, registrando el público una caída del 7%, mientras que en el privado el ritmo de destrucción de empleo se quedó en el 4,3%. Fue la época de los "viernes negros" en los que los empleados públicos se manifestaron por toda España en contra de los recortes en empleo.

Reducción temporalidad

Ahora, los datos demuestran que el empleo español sigue respondiendo a la estacionalidad, al resentirse tras la campaña navideña. Sin embargo, la cifra total de desempleados, con 2.908.397 personas, continúa por debajo de los tres millones de parados, un dato que no se conseguía en un mes de enero desde 2008. Además, la temporalidad, una de las flaquezas del mercado de trabajo español, se está viendo reducida mejorando los datos y la percepción de España en el resto de Europa. Según Díaz, “el aumento de la contratación indefinida, impulsada por la reforma laboral, es una gran noticia: en enero más del 44% de los contratos han sido indefinidos”. Asimismo, la vicepresidenta ha señalado que “la reducción de la temporalidad está permitiendo que por primera vez España registre una tasa similar a la media de la UE”.

Así, la ministra de Trabajo ha afirmado que los efectos tras la aprobación de la reforma laboral en el Congreso hace un año “ya son palpables”, pues “la contratación indefinida comienza a ser la norma. De igual forma, Díaz ha asegurado que “la reducción de la temporalidad está beneficiando especialmente a las mujeres y los jóvenes, quienes han sufrido con mayor dureza la precariedad”. “El mercado laboral es ahora más robusto y resiste mejor en momentos de crisis”, ha defendido.

Evitando caer en el triunfalismo absoluto, Díaz ha admitido que “aún queda mucho por hacer” pero también ha asegurado que desde el Gobierno continuarán “trabajando para mejorar la vida de las personas que hay detrás de las cifras de paro, ofreciendo nuevas oportunidades y consolidando la contratación indefinida”.