A pesar de las afirmaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que va a “desplegar la economía” estadounidense, la Comisión de Análisis Económico ha encontrado este miércoles en sus estimaciones avanzadas que la economía se ha encogido en el primer trimestre.
El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos ha sufrido una contracción del 0,3% en cifras anualizadas en los tres primeros meses de 2025, después de la expansión anualizada del 2,4% en el cuarto trimestre de 2024, según el dato preliminar publicado por la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos (BEA). Esto se atribuye a un “incremento de las importaciones y una disminución del gasto gubernamental”, según la agencia.
"La disminución del PIB real en el primer trimestre reflejó principalmente un aumento de las importaciones, que se consideran una sustracción en el cálculo del PIB, y una disminución del gasto público", explicó la agencia estadística estadounidense.
La administración de Trump ha reiterado que las políticas arancelarias de Trump tienen como objetivo principal fomentar la industria nacional para reducir su dependencia del exterior y sus déficits comerciales. Por ello, el presidente estadounidense ha insistido en su red social, Truth Social, que “esto es el mercado de valores de Biden, no Trump”. “Nuestro país tendrá un boom, pero tenemos que librarnos del ‘sobresalir’ de Biden. Esto va a tardar, no tiene nada que ver con aranceles, solo que nos ha dejado con malos números”, continúa Trump, exigiendo que la población sea “¡¡¡¡Paciente!!!”.
Por su parte, el BEA ha destacado que los consumidores han incrementado su gasto en bienes y servicios, algo que podría haberse visto influenciado por la guerra comercial de Trump, en la que los consumidores incrementan su compra de productos para evitar el incremento en precios. No obstante, esta previsión, con un encogimiento previsto de casi el 0,1% por trimestre de la economía de Estados Unidos, marca la primera vez en la que la economía estadounidense ha decelerado desde el principio de 2022.
Parte de la contracción económica se debe, según el BEA, a una caída en el gasto del gobierno, aunque esto se puede ver “compensado en parte” por “el aumento del gasto de los consumidores, las inversiones y las exportaciones”. No obstante, este “descenso en gasto del gobierno federal” se puede enlazar con la creación de la agencia federal Departamento de Eficacia Gubernamental (DOGE), encabezado por Elon Musk, que ha sido el epicentro de denuncias de la mayoría de los brazos administrativos del gobierno federal.
A pesar de las críticas de la administración de Trump, el BEA está reflejando los mismos resultados de las políticas arancelarias de Trump señalados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) la semana pasada. A principios de año, la previsión de crecimiento económico estaba situada en el 3,3%, pero la revisión de estos datos del FMI reposicionó el crecimiento a un 2,8% y lo han atribuido a “las políticas divergentes y en rápida evolución” de comercio del presidente estadounidense.
El departamento de Musk
DOGE tiene el objetivo de reducir drásticamente el gasto federal, incluyendo la terminación de contratos, retirada de servicios y recorte de subvenciones estatales. Este miércoles, el departamento comunicó en redes sociales que “en los dos últimos días, la agencia ha finalizado 179 contratos que son un desperdicio”, lo que incluye “1,8 millones de contratos de comercio y desarrollo para ‘servicios de consulta de energía y clima’”.
Más de 121.000 empleados federales han perdido su trabajo desde el inicio del mandato del presidente estadounidense en enero, según cifras recopiladas por CNN, y muchos ciudadanos han denunciado la caída de las páginas web de agencias federales por la ausencia de técnicos o de recursos. Pese a que Musk se tendrá que despedir de su puesto temporalmente, dado que está contratado como trabajador asociado -lo que implica que tiene un número máximo de días en los que puede trabajar-, no se sabe que efectos esto podría tener sobre el gasto federal y, consecuentemente, el crecimiento de la economía estadounidense.
A pesar del impulso de Musk de los avances de DOGE, varias encuestas de la población estadounidense han señalado que están infelices con las actuaciones de Musk. Una encuesta de la newsletter Silver Bulletin, fundada por Nate Silver y fuente de datos políticos estadounidenses con mayor autoridad en el país, ha destacado que el 53,5% de los estadounidenses ven a Musk negativamente.
Paralelamente, en enero de este año, señalaba que alrededor del 50% de la población tenía una visión favorable del propietario de Tesla, mientras que ahora esto ha descendido casi un 15%. Una encuesta de Reuters/Ipsos destaca cifras similares, junto con la encuesta de Harvard/Harris en el mismo periodo.