La asegura DKV ha anunciado este jueves que renuncia a concurrir al concierto de Muface, que da atención sanitaria privada a 1,5 millones de beneficiarios (entre funcionarios y familiares). La compañía se suma así a Adeslas, que lo anunció antes de finalizar el año, y deja sola a Asisa, la única de las tres que gestionaban la anterior licitación que no ha dado respuesta. El plazo para aportar una oferta finaliza el próximo 15 de enero y, con el concierto prorrogado tres meses a partir del 31 de enero, la situación se complica.

El Gobierno se ha desvivido en vano para sacar una licitación con un aumento de las primas del 33,5%, el doble que en la primera oferta, que incrementa el gasto en casi 1.000 millones de euros a cuenta “de todos los ciudadanos”. Un total de 4.478 millones de euros para la atención sanitaria de los funcionarios que así lo soliciten durante 2025, 2026 y 2027 que las aseguradoras han rechazo, exponiendo al ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, que cedió e incrementó las primas pese que la oferta inicial ya era la mayor de la historia.

“Por primera vez desde la creación de las mutualidades, DKV no estará entre las aseguradoras que prestan servicio a las mutualidades nacionales, tras acumular en el último concierto pérdidas, antes de impuestos, de más de 70 millones de euros”, ha trasladado la aseguradora en un comunicado. La compañía garantiza que “el modelo está infrafinanciado” y que la propuesta del Gobierno “no recoge los requisitos reclamados”, pero asegura ser “un firme defensor del modelo de colaboración público-privado”, que una vez más ha fracasado.

"En los últimos diez años, el gasto sanitario per cápita de las comunidades autónomas y las mutuas colaboradoras ha aumentado un 60,6%, mientras que la prima ponderada de Muface ha crecido tan solo un 31,6%, apenas la mitad del incremento", justifica DKV el descuelgue. El consejero delegado, Fernando Campos, ha trasladado que la decisión se ha tomado porque la aseguradora “no puede permitirse continuar con estas condiciones, ya que repercutirían en un empeoramiento de la atención a los mutualistas y en que persista la retribución insuficiente de los profesionales sanitarios".

Fracaso de la colaboración público-privada

Voces dentro del propio Gobierno de coalición, pertenecientes a la parte minoritaria, criticaron en su momento el chantaje que las aseguradoras estaba realizando y defendieron la inclusión de los funcionarios con seguro privado pagado por el Estado a la Sanidad Pública, destinando proporcionalmente los fondos de Muface a las comunidades autónomas. Sin embargo, desde Función Pública apostaron por mantener el modelo y lanzaron una oferta mucho mayor a las compañías, que por segunda vez consecutiva han rechazado el concierto.

A falta de saber la posición de Asisa, DKV explica que su negativa se ha producido por el incumplimiento de sus peticiones: convenio de un año, incremento de prima del 40% y vinculación del modelo con el aumento del gasto sanitario público. Sin embargo, la aseguradora sí que “está abierta” a seguir prestando el servicio a la asistencia de los funcionarios internacionales que tiene en exclusiva, dado que esta sí que resulta beneficiosa para la empresa privada.

Las costuras de la colaboración entre el sector público y privado están expuestas una vez más y el intento de acercar posiciones no ha saciado a la rama empresarial. “Estamos metiendo 1.000 millones de euros adicionales para financiar Muface, es decir, dinero suyo, mío, de todos los ciudadanos, de los Presupuestos Generales del Estado, para financiar el seguro privado de 1,5 millones de ciudadanos", trasladaba hace menos de 24 horas el ministro de Función Pública. De nada parece haber servido para dos de las tres aseguradoras.

Si es comprensible que empleados públicos puedan acceder a sanidad privada pagada por el Estado y con beneficio para aseguradoras es una duda que ya estaba en el aire, pero ahora se ha acrecentado. “Creo que hay una reflexión pendiente, posterior, una vez que se firme ese concierto, porque estamos hablando de un modelo muy antiguo que acumula también ciertas imperfecciones, ciertas cosas que se pueden mejorar", trasladaba López, que pude llegar a encontrarse con la reflexión antes de lo previsto.