La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), compromiso adquirido por Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, se está demorando más de lo esperado a expensas de que el Ministerio decida la cuantía final. La propuesta de la comisión de expertos reunida por Díaz definió una horquilla que contempla una subida de entre el 4,6% y el 8,2% (entre 1.046 y 1.082 euros), dejando abierta la puerta a una revisión a mitad de año que incremente la cuantía. Desde el ámbito del diálogo social, los sindicatos son más ambiciosos y exigen una subida de 1.100 euros. En sentido opuesto, la patronal propone un incremento moderado, hasta los 1.040 euros.

A falta de conocer cual será el montante final, aunque Díaz ya ha trasladado que crecerá “hacia el tramo alto”, lo que si se conoce es que la subida será retroactiva y afectará a los salarios de enero, aunque se apruebe más tarde. "Vamos a tener una subida del SMI y conocen mi vocación, es la mejor medida y la más eficaz para combatir la pobreza laboral, que sustancialmente afecta a jóvenes y mujeres", ha trasladado la vicepresidenta. Así, el Gobierno continúa con su política y pretende dar cumplimiento al compromiso de elevar el SMI hasta alcanzar el 60% del salario medio español antes de finalizar la legislatura.

Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha llamado al Gobierno a establecer la subida “de inmediato” para que la actualización aparezca ya en las nóminas del primer mes del año. A pesar de que ha criticado la tardanza, el líder sindical ha celebrado los incrementos aprobados durante los últimos años. “El SMI ha subido un 41% desde 2017 (de los 735,9 a los 1.000 euros) y estamos en el momento de la historia de España con más cotizantes a la Seguridad Social", ha subrayado. El porcentaje de crecimiento será mayor una vez se haya cerrado el incremento, por lo que Sordo ha pedido a la CEOE que no se borre la negociación, como hizo la última vez que los agentes sociales fueron convocados por Díaz.

"Sería una enorme falta de corresponsabilidad por su parte en un momento en el que prácticamente todo el mundo, desde el Banco de España hasta organismos multilaterales, avalan las posiciones sindicales de que lo que ha provocado la inflación en España es cómo las patronales y las empresas han repercutido los costes a los precios", ha señalado. Sordo ha denunciado que esta situación "ha bloqueado las negociaciones de muchos salarios" y ha insistido en que el país necesita una subida generalizada de salarios en 2023. "Si no, España tendrá un problema económico grande a medio plazo", ha advertido.

Por su parte, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha asegurado que el Gobierno "obliga" a subir los salarios, pero "no todas las empresas van bien", por lo que no pueden afrontar una subida importante del SMI.  "Te obligan a subir los salarios pero los contratos siguen estando donde están y no puedes salirte de ese contrato mientras no haya un nuevo concurso público", ha continuado Garamendi en relación con las condiciones de los contratos públicos. "Trabajo debería saber qué es una empresa", ha concluido en este sentido.