Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha comparecido este lunes para analizar los resultados económicos y laborales del 2022 y presentar las perspectivas del sindicato para 2023. La inflación, en relación con la subida de los salarios, especialmente del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), y los disparados beneficios empresariales; la reforma laboral, en lo referido a los buenos datos de empleo y a las críticas infundadas de la derecha; y la negociación sobre la segunda parte del sistema de pensiones, con la que el Ministerio de Seguridad Social pretende ampliar el periodo de computo para el cálculo de la prestación, han sido las principales materias abordadas por el líder sindical.

Subidas salariales

La subida del SMI se ha alargado más de lo esperado, ya que el Ministerio de Trabajo y Economía Social pretendía tener zanjada la subida antes de la finalización del pasado año. “Que no se haya subido el SMI es un atípico que no tiene justificación alguna”, ha señalado Álvarez, que ha pedido que “se proceda de forma inmediata a su subida”. El secretario general de UGT ha sustentado sus afirmaciones en el informe del Banco de España, que valora positivamente la subida, en la reclamación del FMI, favorable a una subida de los salarios para salir de la situación de crisis y las subidas que realizarán otros países como Alemania 15%, Bélgica 13%, Países Bajos 10% o Grecia 9%. “Nadie ha podido demostrar que tenga efectos negativos sobre la creación de empleo, todo lo contrario”, ha sentenciado.

Sobre la cuantía que debe de alcanzar, el sindicato mantiene su propuesta en los 1.100 euros, por encima del valor más alto de la horquilla (1.084 euros) que los expertos de Trabajo trasladaron a la vicepresidenta y ministra de la cartera, Yolanda Díaz. “Tiene que ser en 1.100 euros, dejando la puerta abierta por si hay que hacer una revisión a mitad del año”, ha añadido, revisión que parece ya garantizada. A pesar de la confirmación de Díaz de que la subida tendrá carácter retroactivo tras su aprobación, Álvarez ha pedido celeridad recalcando que “no hay ninguna excusa” para su demora. “Si se sube a los 1.100 euros cambiará la vida de los trabajadores de nuestro país (a los casi tres millones que cobran esta cuantía), ha destacado.

El Gobierno no se puede llenar la boca todas las mañana diciendo que no quiere dejar a nadie atrás y después a la hora de subir el SMI castigar a los que menos cobran sin tener en cuenta la subida del coste de la vida”, ha afeado al Ejecutivo. Esto, ha asegurado, que es necesario porque la inflación continúa siendo uno de los problemas más graves de la economía española y frente a eso “el aumento de salarios es bajo” (2,69% de los convenios registrados, entorno al 3,9% en términos de salario real). “Todo hace prever que no bajemos del 4% de inflación en 2023, por eso la prioridad es que los salarios se muevan por encima de esa cifra”, ha trasladado.  

Duros argumentos contra el PP y las empresas

El líder sindical se ha mostrado notablemente enfadado con el posicionamiento del Partido Popular (PP) relativo al cuestionamiento continúo de los buenos datos de empleo. Así, el negacionismo del partido de Alberto Núñez Feijóo, apoyado en un conteo de estadísticas de fijos-discontinuos que es el mismo de 1985 y en unos datos recogidos por las Comunidades Autónomas, ha llevado al secretario general de UGT a rogar al PP a dejar de “continuar mintiendo” porque “no se ha cambiado la norma”

Además, ha destacado que se ha conseguido reducir de más del 27% de temporalidad al 15% en “una demostración clara de la eficacia de la reforma”. Por ello, ha exigido que “se haga este reconocimiento” y ha zanjado que “los trabajadores que han pasado de un contrato temporal a indefinido son perfectamente conscientes del valor que esto tiene en su vía ordinaria. Que se deje de situar que la estabilidad viene como consecuencia de los fijos-discontinuos, primero porque continúan siendo una minoría en comparación con los contratos indefinidos y segundo porque no se ha cambiado ninguna normal desde que entró en vigor la reforma sobre la contabilización de los trabajadores”.

No obstante, a pesar de que ha celebrado los buenos datos y la evolución positiva del mercado laboral, ha lamentado la elevada inflación de la que ha culpado, entre otras cosas, a las empresas. "Los aspectos responsables de la elevada inflación son los procesos de digitalización y transición ecológica, imprescindibles, pero tienen efectos; la crisis energética y de materias primas por la guerra de Ucrania; y los beneficios empresariales. Se está haciendo caja a costa de subir el IPC por parte del tejido empresarial. Puede haber empresas o sectores que no, pero sí de forma generalizada. El factor fundamental que está haciendo que se dispare la inflación es el crecimiento de los beneficios empresariales”, ha esgrimido

En este sentido, Álvarez ha hablado de 'permacrisis', es decir, un periodo de crisis casi permanente que están empezando a acuñar los economistas. “Empieza a haber generaciones que se hacen adultas en una situación de crisis”, ha lamentado, “tenemos que ser prudentes y no pensar que esta es una situación en la que se sufre durante un tiempo y luego hay una salida, tenemos que intentar que el sufrimiento de las personas que más padecen esta situación sea lo menos dramático posible”, ha concluido sobre este aspecto. Por ello, ha pedido a la patronal que vuelva a la negociación durante 2023, advirtiendo de que “el lema de salario o conflicto sigue en pie y si durante este mes la patronal no da señales de querer negociar, los sindicatos nos plantearemos como afrontar la situación”.