La reunión entre el Ministerio de Trabajo y Economía Social y los agentes sociales para debatir sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha finalizado sin grandes avances. A la cita, como habían anunciado previamente, no ha acudido la parte patronal representada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y Cepyme, que ha remitido su propuesta y valoración por escrito antes de finalizar la reunión. En este texto piden establecer la subida del SMI en el 4%, es decir, en los 1.040 euros en 14 pagas.

La propuesta de los empresarios se encuentra muy por debajo de las pretensiones de los sindicatos (1.100 euros) y Trabajo (1.082 euros). De hecho, sobre la mesa de diálogo a la que no han acudido reposaba la propuesta de la Comisión Asesora de expertos, que contempla una horquilla comprendida entre los 1.046 y los 1.082 euros. No obstante, ambas organizaciones empresariales aseguran que su propuesta está por encima del incremento salarial medio pactado en los convenios firmados en 2022 (3,03%) y de la subida aplicada a los funcionarios (3,5%).

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Además, exigen dos requisitos para asumir la subida de 40 euros: establecer un régimen de deducciones aplicables al sector agrario, consistente en una reducción del 20% sobre la cuota empresarial por contingencias comunes, y modificar la normativa de revisión de precios en los procesos de contratación derivados de la Ley 9/2017 de contratos del sector público, para repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución. Las patronales aseguran que es necesaria la “moderación salarial” para “favorecer el crecimiento económico y la creación de empleo”, a la par trasladan que, con la elevada inflación y los costes de la energía actuales, la subida debería estar por debajo del umbral mínimo planteado por los expertos.

Los empresarios no negocian, pero mandan propuesta

Más allá de la propuesta en sí, es reseñable que las organizaciones empresariales hayan remitido una propuesta a pesar de no haber asistido a la mesa de negociación a la que habían sido convocadas por Trabajo. Así, una semana después de que la CEOE anunciase que rompía las negociaciones con Trabajo por querer supervisar las causas argumentadas por las empresas para acometer un ERE, parece que la patronal se enroca, pero solo de cara a la galería.

En este sentido, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, ha criticado el comportamiento de la patronal y ha criticado al presidente de la CEOE. “El señor Garamendi que deje de trabajar en diferido”, ha afeado, “en la mesa se está presente, no remitiendo papeles y negociando desde fuera”, ha sentenciado. Los sindicatos se han pronunciado en la misma línea, asegurando que “han echado en falta la presencia de las organizaciones empresariales. Desconocemos porque no han acudido a este procedimiento de consulta recogido en el Estatuto de los Trabajadores”, ha trasladado Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO, a la salida de la reunión.