Primero ha sido la aseguradora Caser, pero Bankinter también prepara una hipoteca inversa y más entidades financieras se sumarán a estas ofertas después de abandonarlas en 2013, muy afectada por la crisis financiera y, sobre todo, por la desaparición de las cajas de ahorros. Se trata de una hipoteca para mayores de 65 años que busca ofrecer un dinero (de una sola vez, mensual, o anualmente) a aquellos que quieran completar su jubilación y tengan una casa en propiedad.

La entidad financiera tasará la vivienda y de acuerdo a la edad y el número de personas propietarias (uno, o el matrimonio) dará la hipoteca con un solo pago o con pagos periódicos. Grosso modo aquellos que tengan 65 años percibirán en torno al 40% del valor de tasación, porcentaje que se irá incrementando a medida que el solicitante tenga más edad. Cuando se produzca el fallecimiento del propietario o los propietarios se ofrecerá a los herederos la posibilidad de pagar la hipoteca y mantener la propiedad.

Mientras, los jubilados pueden vivir tranquilamente en su casa y siguen siendo propietarios por lo que pueden disponer de ella como quieran, incluso alquilarla. También la podrían vender y pagar a la entidad financiera el dinero que les prestó más los intereses. Aquí está una de las claves de la hipoteca inversa. En años anteriores los tipos de interés de esta hipoteca inversa solían ser fijos y oscilaban entre el 5% y el 7%. La nueva anunciada por Caser tendrá un tipo entre el 5% y el 6%. Muy elevado, teniendo en cuenta la situación actual del precio del dinero en España con el índice Euribor hipotecario en negativo y la posibilidad de suscribir hipotecas “normales” a tipos fijos que no alcanzan, hoy por hoy, siquiera el 3%.

Un ejemplo puede ser ilustrativo del elevado coste de estas hipotecas inversas que, por lo demás, se presentan como una solución aceptable para muchas personas que tienen una pensión insuficiente para vivir o que, simplemente, quieren disfrutar de mayores comodidades en los últimos años de su vida.

Si una persona o un matrimonio consiguen una hipoteca inversa de 125.000 euros con un tipo de interés del 5% a un plazo de 20 años, al final de este periodo sus herederos tendrán que abonar 198.000 euros. Es decir, los intereses a lo largo de este periodo ascienden a 73.000 euros, lo que supone más de la mitad del préstamo solicitado. Si el tipo fuese del 6% la deuda contraída al final superaría los 215.000 euros con unos intereses de 90.000 euros.

¿Es mucho, poco? Lo cierto es que es un plazo muy largo de 20 años, pero lo realmente abusivo es el tipo de interés que se cobra de acuerdo al actual precio del dinero. Por tanto, aplicar tipos variables, ligados al Euribor o un tipo fijo más acorde con las hipotecas fijas que se conceden sería más justo para los herederos que luego pueden rescatar ese pago. En las entidades financieras hay poco negocio y buscan abrirse a nuevas posibilidades para rentabilizar su liquidez.

Por lo demás, la hipoteca inversa es un producto muy atractivo desde el punto de vista fiscal, ya que si se percibe el dinero de una sola vez como si se produce de forma periódica no tributa en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Como la vida de los propietarios de la vivienda puede superar el plazo de la hipoteca inversa, se puede asociar un seguro de prima única para seguir percibiendo unas rentas mensuales y también cabe la posibilidad de ampliar la propia hipoteca siempre que el valor de tasación del inmueble lo respalde con el paso del tiempo. Viviendas urbanas en poblaciones de más de 150.000 habitantes son las preferidas por las entidades financieras, aunque también es posible hipotecar la segunda vivienda. Eso sí, el inmueble deberá estar libre de cargas.