El Gran Premio de la Fórmula 1 que tendrá lugar en 2026 con Madrid como maestra de ceremonias está trayendo desde su anuncio, y con la consiguiente preparación del evento, numerosas críticas y protestas de la comunidad vecinal cercana a Ifema, donde se celebrará, y de la oposición tanto del Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida como del Gobierno de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso.
Sobre esta premisa, un reciente informe del director general de la Policía Municipal de Madrid, Pablo Enrique Rodríguez, que ha sacado a la luz Más Madrid, aduce a los “peligros” a los que este gran evento expone en materia de contaminación medioambiental y acústica, también por las dificultades de movilidad y seguridad ciudadana.
La Sección de Análisis de la Información de la Policía municipal reitera que la estimación de acogida de 140.000 personas ha declinado en el “rechazo” y la “resistencia” de “algunos colectivos” y los “vecinos” afectados, pero también describe en este informe de ocho páginas todas las consecuencias y ramificaciones del plan que aún no están recabados en su totalidad.
Claroscuros en movilidad y seguridad
El texto desprendido de la Policía Municipal madrileña aduce a las conclusiones de varias secciones y comisarias especializadas en diversos departamentos que son partícipes de la preparación y control del Gran Premio de la Fórmula 1. En primer lugar, se da cuenta del “rechazo por parte de grupos políticos de la oposición” a Almeida “y diferentes organizaciones en defensa del medio ambiente” que puede acarrear esta celebración.
Teniendo en cuenta que la seguridad y control de su puesta en marcha correrá a cargo de “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, es decir, la Policía Nacional y la Guardia Civil con la participación del cuerpo municipal. Asimismo, el informe señala la “necesidad” de impulsar “medidas preventivas” en materia de seguridad para los trabajadores en caso de accidentes.
En cuanto a las cuestiones relativas al impacto medioambiental y urbano, solicitan al Ejecutivo de Almeida “una licencia temporal de construcción e implantación” en esta materia y pronunciarse, por ende, “a la idoneidad” de las mismas.
Sobre lo relativo al estudio de la Comisaría Central de Seguridad Oeste, se advierte de que “el perímetro del circuito es superior a 5 km y ofrece posibilidad de evacuaciones parciales interiores” en caso de posible sobresaturación. Sitúa en este punto las posibles zonas de mayor concentración de personas las de Valdebebas, donde el circuito se ha dividido en seis sectores, y la calle Ribera del Sena, “donde la evacuación de emergencia es complicada de por sí”.
El documento policial advierte a su vez que los accesos en vehículo al futuro circuito presentan una notable complejidad, con un impacto previsto no solo en el tráfico local, sino también en las vías rápidas del entorno. Según los cálculos, podrían desplazarse al evento cerca de 18.000 vehículos, a pesar de que solo hay unas 10.000 plazas de estacionamiento. El informe asume que el resto de asistentes deberán optar por transporte público como Metro o Cercanías, incluidos taxis y vehículos de transporte con conductor (VTC).
Cabe recordar que en eventos anteriores de IFEMA y Valdebebas se ha mantenido una prohibición expresa de aparcar en la zona perimetral, una medida que ha permitido garantizar la seguridad y facilitar la movilidad. No obstante, la complejidad de esta celebración aduce a que, en esta ocasión concreta, no se contempla dicha prohibición de forma específica. Por este motivo, se reclama una coordinación estrecha del operativo de seguridad y movilidad, implicando tanto al Ayuntamiento de Almeida como a la Guardia Civil, dado que la titularidad de las vías rápidas recae en su Agrupación de Tráfico.
Bajo esta premisa, el informe insiste en que tanto el Plan de Movilidad como el de Gestión de Multitudes requieren una mayor concreción sobre el análisis del impacto en el tráfico. Esta revisión debería incluir la participación de responsables de las vías afectadas, además de valorar la repercusión en los barrios colindantes y en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Respecto al Plan de Movilidad, el informe cuestiona el escenario previsto para el domingo de la carrera de la Fórmula 1, poniendo en duda tanto la planificación como el número de agentes que se prevé desplegar. Asimismo, califica de “error conceptual significativo” la infravaloración del papel de la Policía Municipal de Madrid dentro del Centro de Control Operativo (CECOR).
El documento policial siembra al tiempo otros interrogantes sobre la fiabilidad de las cifras incluidas en el Plan de Contingencias, que estima en 10.000 los efectivos de la Policía Nacional y Guardia Civil junto a los 1.200 los agentes municipales. En palabras del informe, “se desconoce el origen” de esos datos.
En remisión de nuevo al impacto ambiental y molestias acústicas, se da cuenta de las zonas más expuestas: los barrios de Las Cárcavas-San Antonio y las calles Francisco Umbral y Villanueva de Arosa. Como medida de mitigación del impacto, se recomienda la instalación de barreras acústicas, portátiles o permanentes, que reduzcan las afecciones medioambientales.
A las conclusiones del informe del director general de la Policía Municipal, se hace el inciso de que se “pormenoriza” a su cuerpo municipal, además de que se “olvida” el papel de la Benemérita, por lo que abogan por que se cree “un órgano de discusión” para acometer un “estudio multidisciplinar”.