La verdad supera a la ficción. El surrealismo de la declaración de Leire Díez, militante del PSOE que pidió su baja voluntaria este martes en Ferraz después de convertirse de forma meteórica en protagonista de la presunta fontanería del PSOE contra la UCO patriótica -grupo especializado de guardias civiles que estaría trabajando para favorecer a la derecha en causas judiciales-, ha finalizado con la llegada a gritos de Víctor de Aldama.

Recién finalizada la declaración de Leire Díez, quien se había limitado a hablar sobre el libro que está escribiendo como “periodista de investigación” y actuando en nombre propio, “no de ningunas siglas”, aparecía el empresario corrupto provocando una auténtica avalancha que hacía a la protagonista huir corriendo, a la misma velocidad que su interlocutor y que los cientos de periodistas que se encontraban en la sala. Ordenadores rotos, botellas de agua y cristales en el suelo y sillas colocadas de forma tan milimétrica como después de un gol para ganar un mundial en el minuto 116.

Un escenario en el que la voz de Aldama se hacía notar: “Vengo aquí para desmontar a la sinvergüenza esta. ¿Ustedes no creen que todo es un paripé? Una señora que dice estar haciendo un trabajo de investigación y amenaza a un teniente coronel de la Guardia Civil y a un civil como a mí. Ustedes son periodistas, no dicen que a Aldama hay que callarlo sí o sí".

Máxima tensión

Eso después de irrumpir en la sala, con la impunidad con la que se movía Carmine Falcone por las calles de Gotham, para increpar directamente a Díez. Cara a cara y con el beneplácito del ruido para ocultar sus desaires a la militante socialista. Sin embargo, entre los decibelios obvios de la escena, según apunta Mañaneros, el empresario corrupto le habría preguntado “por qué miente” y por qué le “amenaza de muerte”.

De hecho, después la intentó perseguir, al grito de “llamad a la policía” o “detenedla”. Caminata interrumpida por el empresario Javier Peréz Dolset, con quien mantiene unos instantes de tensión. El enjambre de micrófonos y cámaras evita que la sangre llegue al río y Aldama continúa con su desfile, atrayendo todos los focos mediáticos. El presunto conseguidor de la trama Koldo desataba toda su ira hacia Díez ante los medios de comunicación: “Os ha mentido, es todo una pantomima (…) Se está riendo de todos los españoles”.

Pero no se quedó ahí y extendió su amenaza no sólo a Díez, sino también al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su número tres en el escalafón socialista, Santos Cerdán: “Se va a enterar esta, Sánchez y Cerdán”. “No sabe lo que ha hecho con venir aquí”, continuó el empresario corrupto mientras enfilaba el camino hacia las afueras del Hotel Novotel. 

El empresario, que parecía no encontrarse todo a lo disgusto que quería proyectar ante los medios de comunicación, continuó con su desfile mediático durante varios metros en la calle. Aldama evitó responder "preguntas absurdas" e incluso tuvo un conato de discusión con el agitador de extrema derecha Bertrand Ndongo. Eso sí, a quienes tuvo la bondad de responder, les confesó que acudiría a una comisaría a denunciar a Leire Díez, quien a su vez también advirtió que presentaría una demanda contra el conseguidor de la trama Koldo. 

Entre tanto, a preguntas de periodistas afines a la derecha, el empresario mostró su deseo de que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, "haga su trabajo" para "sacar a Sánchez" del Gobierno. "Por el bien de España", respondía el empresario. 

“Ni fontanera ni cobarde”

El show nada improvisado de Aldama ha quitado el foco mediático a quien debía ser la protagonista del día. Con una declaración memorizada, sin aceptar preguntas y llegando media hora antes. Todo para asegurar que los audios filtrados publicados por medios de comunicación son parte de un trabajo de investigación a título personal y fuera de las siglas del que será su ex partido cuando se tramite la baja.

Díez ha reiterado por activa y por pasiva que no trabaja para el PSOE, sino que todo forma parte de un libro que relata las interioridades de la policía patriótica desde tiempos del Gobierno de Rajoy. De hecho, se ha presentado como una licenciada en “Ciencias Sociales y de la Información” para justificar esa labor de investigación propia.

"Deseo dejar claro que mi trabajo es mi trabajo, y en ningún caso lo he llevado a cabo en nombre de nadie ni en representación de nadie. Y lo voy a repetir las veces que haga falta. De nadie ni de representación de nadie. Ni soy empleada pública ni tengo ningún cargo en el PSOE", ha reiterado. Por ello, ha concluido su alocución, antes de que irrumpiera Aldama, asegurando que ella no es “ni fontanera ni cobarde”. “Se puede ser militante y socialista”, ha rematado.

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