La posibilidad de que Mario Draghi siga al frente del Gobierno de Italia ha relajado notablemente la presión sobre la deuda transalpina, permitiendo que la rentabilidad exigida al bono italiano a diez años retroceda a mínimos previos a la tentativa de dimisión del primer ministro italiano

El interés del bono italiano con vencimiento a diez años llegaba a caer este miércoles al 3,269%, la rentabilidad más baja desde el pasado jueves, después de haber llegado a superar el 3,5% estos días ante la crisis política abierta en el Gobierno y que llevó a Mario Draghi a presentar su dimisión como primer ministro.

De este modo, la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos italianos a diez años respecto del 'bund' alemán se estrechaba hasta poco más de 200 puntos básicos, tras haber llegado a alcanzar los 230 a finales de la semana pasada.

El primer ministro de Italia, Mario Draghi, que presentó la semana pasada su dimisión tras la ausencia del Movimiento 5 Estrellas en la votación de una cuestión de confianza en el Senado, se ha mostrado este miércoles dispuesto a permanecer en el cargo si se solucionan las disputas en el seno de la coalición de gobierno.

"Es necesario un Gobierno firme y cohesionado. Italia necesita un pacto de desarrollo concreto y sincero", ha manifestado Draghi, que ha reclamado al Parlamento un "respaldo" al Ejecutivo y un "respeto mutuo" al papel de cada uno de ellos. "Italia no necesita una fachada de confianza que se desvanece cuando hay medidas inoportunas", ha explicado.

Además de la posible solución a la crisis política en Italia, la relajación de la presión sobre la deuda italiana obedece también a la expectativa respecto de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de este jueves, en la que la entidad acometerá su primera subida de los tipos de interés desde 2011 y posiblemente ofrezca detalles sobre su nueva herramienta para combatir la fragmentación en los mercados de deuda.