Casi cuatro de cada diez hogares españoles no pudieron afrontar gastos imprevistos en 2023

La población en riesgo de pobreza o exclusión social creció medio punto en 2023 y alcanzó el 26,5%. Así lo confirma la tasa AROPE publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que evidencia que la economía de muchas familias sigue lastrada. Si bien el número de hogares en riesgo de pobreza (20,2%) y las personas afectadas por la baja intensidad del empleo (8,4%) redujeron sus valores, el porcentaje de población con carencia material y social severa aumentó hasta el 9%, valor más alto desde 2014.

Los menores de 16 años son los que más sufren el golpe de la precariedad, con un riesgo de pobreza o exclusión social del 34,3%, muy por encima del grupo ubicado entre los 16 años y la jubilación (26,4%) y los de 65 años y más (20,9%). El ingreso medio por persona alcanzó los 14.082 euros, cifra un 8,3% superior a la registrada el año precedente, pero el encarecimiento de la vida, fruto de la inflación y las crisis consecutivas, ha dejado en nada este avance.

El 9,3% de la población asegura que ha llegado a fin de mes con “mucha dificultad”, porcentaje seis décimas mayor que en 2022. Además, significativo es que casi cuatro de cada diez hogares (37,1%) reconozca que no tuvo capacidad para afrontar gastos imprevistos, como podría ser la avería de un electrodoméstico o del medio de transporte. El dato es más de un punto y medio superior al registrado el año precedente y alcanza cifras que no se registraban desde 2016. En contraposición, la suma de hogares que no se pudo permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año se redujo del 33,5% al 33,1%.

Además, la estadística del INE recoge que el 10% de los hogares reconoce que se retrasa en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal y el 21%, uno de cada cinco, asegura que no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada, porcentaje que se ha disparado más de tres puntos respecto a 2022 (17,7%) y que es el más elevado desde que se realiza la estadística. Al mismo tiempo, el 6,4% de los hogares declara que no puede permitirse una comida de pollo, carne o pescado al menos cada dos días.

Andalucía, a la cola

La heterogeneidad del territorio español se constata también los indicadores de renta. Las tres comunidades autónomas con peores datos y con una población más damnificada son Andalucía, Canarias y Extremadura. En el primero de los casos, la tasa AROPE asciende hasta el 37,5%, casi cuatro puntos por encima del archipiélago (33,8%) y lejos del dato extremeño (32,8%), que cierra el pódium. En sentido opuesto, País Vasco (15,5%) y Comunidad Foral de Navarra (17,2%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas.

Atendiendo a las tasas de riesgo de pobreza, los territorios más perjudicados son los mismos, aunque el segundo y el tercer escalón se invierten. Así, tres de cada diez andaluces afrontan esta situación (30,5%), por delante de Extremadura (27,6%) y Canarias (26,1%). Lo mismo sucede en el otro extremo de la clasificación, donde aparece País Vasco con la tasa más baja (10,2%), seguida de la Comunidad de Madrid (12,9%) y la Comunidad Foral de Navarra (13,8%).

En referencia a las dificultades para llegar a fin de mes, Andalucía (13,6%), Extremadura (11,0%) y Canarias (9,9%) fueron las comunidades autónomas con mayores porcentajes de personas que llegaban a fin de mes con “mucha dificultad” en 2023. Las que presentaron los menores porcentajes fueron La Rioja (4,8%), Islas Baleares (5,2%) y Principado de Asturias (5,6%).