El corredor de hidrógeno verde que unirá la península ibérica con Alemania y Francia continúa avanzado lentamente. Este martes, la Comisión Europea ha incluido el conocido como H2Med en su lista de Proyectos de Interés Común (PCI) que pueden ser financiados por fondos europeos. La apuesta hispanoportuguesa se destaca entre los 166 proyectos elegidos, 85 de los cuales son relativos a electricidad y redes eléctricas inteligentes. Además, las potencias ibéricas vuelven a ser pioneras al incluirse entre los precursores de que, por primera vez, se incluyan proyectos de hidrógeno y electrolizadores en esta lista, 65 concretamente.

El Gobierno español presentó hace casi un año, el pasado 16 de diciembre, la candidatura para formar parte de los PCI y, tras superar un examen técnico en junio, da un paso más antes de cerrar 2023. La pretensión del Ejecutivo es que Bruselas se haga cargo, como mínimo, del 50% del proyecto cifrado en el entorno de los 3.000 millones de euros. La Comisión deberá ahora presentar el listado al Consejo y al Parlamento Europeo, que dispondrán de dos meses para oponerse a la lista, pero no podrán solicitar modificaciones. Si ninguno de ellos la rechaza, entrará en vigor

El que será el primer gran corredor de hidrógeno verde de la UE está formado por una conexión entre Celorico da Beira en Portugal y Zamora en España (CelZa) y una conexión marítima entre Barcelona y Marsella (BarMar) y supondrá una inversión prevista conjunta de estos dos tramos de alrededor de 2.500 millones de euros. CelZa contará con una capacidad máxima 0,75 millones de toneladas de hidrógeno renovable, una longitud 248 kilómetros y dispondrá de una estación de compresión en Zamora de 24,6 MW, mientras que el BarMar dispondrá de una capacidad máxima de dos millones de toneladas, una longitud de 455 kilómetros y de una estación de compresión en Barcelona de 140 megavatios (MW).

Apuesta por la energía verde

La apuesta por la energía verde de la Unión Europea (UE) parece decidida y muestra de ello es la exclusión del listado de casi la totalidad de los nuevos proyectos de gas. "La lista de proyectos transfronterizos de hoy dibuja el nuevo mapa energético de Europa. La era de la financiación de la UE para infraestructuras de combustibles fósiles ha terminado", ha declarado la comisaria de Energía, Kadri Simson. "Ahora es el momento de invertir en infraestructura energética que sea adecuada para un sistema más flexible, descentralizado y digitalizado, donde los consumidores también son productores y la mayor parte de nuestra energía proviene de fuentes renovable”, ha añadido la mandataria europea.

Desde las Instituciones europeas defienden que la selección de PCI y Proyectos de Interés Mutuo (PIM) está totalmente alineada con el Paco Verde Europeo, que aspira que desaparezcan las emisiones netas de gases de efecto invernadero de cara a 2050, a que el crecimiento económico se desacople al uso de recursos y a que nadie se quede atrás en este camino. El objetivo más cercano, a 2030, es que las emisiones netas de estos gases estén por debajo del 55%.

En este sentido, Bruselas está convencida, según recoge su comunicado oficial, de que estos proyectos desempeñarán un papel importante a la hora de permitir la integración del sistema energético y la descarbonización de la industria de la UE. En materia sostenible, la lista también incluye 14 proyectos de redes de CO2 “en línea con nuestros objetivos de crear un mercado para la captura y almacenamiento de carbono”.

Se suman más proyectos españoles

El horizonte de esta nueva lista es 2040 y el HDMed no es el único representante español en ella. Varias instalaciones de producción de hidrógeno o electrólisis en el país ha sido también elegidas y se ubican a lo largo y ancho de todo el territorio: Asturias, Bilbao, Cartagena, Tarragona y el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde. Además, los dos emplazamientos dedicados al almacenamiento y unidos al proyecto del H2Med (Cantabria y País Vasco) también se incluyen.

Algunas interconexiones entre el país y sus vecinos aparecen en el listado de posibles, destacando entre ellas la del Golfo de Vizcaya, que une Francia con el País Vasco. Otras dos conexiones con el vecino galo, a través de Navarra y de Aragón, y una entre Galicia y Portugal también aparecen. La única mala noticia conocida este martes es la exclusión de la financiación con proyectos europeos de la parte española del H2Med que une Guitiriz (Lugo) y Zamora, que aparece entre las excepciones de la lista.