La Comisión Europea ha revisado al alza  las previsiones económicas para toda la Unión, en lo que se define como una lenta, muy moderada y tibia salida de la crisis. También ha mejorado sus previsiones iniciales para España en una décima respecto a lo que pronosticó en febrero, mes en el que la Comisión anunció un crecimiento de la economía española de un 1% mientras que ahora es de un 1,1%. El Gobierno estima que el crecimiento de este año será de un 1,2%, precisamente la media que se calcula para los 27 países de la UE. En cuanto a la previsión para el 2015 también mejora y la eleva al 2,1%, muy superior al 1,8% previsto por el Gobierno. Sin embargo las tasas de desempleo seguirán altísimas y no se conseguirá reducir el desempleo de forma significativa.

El paro seguirá muy alto
El ejecutivo comunitario también ha dado a conocer su previsiones sobre paro y son peores que las que el Gobierno envió la pasada semana en su cuadro macro a Bruselas. La UE estima que la media de desempleo para este año será del 25,5% (a pesar de la corrección estadística) frente al 25,7 que pronosticó en febrero, y anuncia un 24% de tasa de paro para el 2015. El Gobierno de Rajoy prevé una tasa de paro por debajo del 25% para este año y muy por debajo del 24% para el año que viene.

La Comisión califica de "suave" la recuperación económica en España, aunque haya un repunte muy leve de algunos indicadores como consecuencia de una "mayor confianza y relajación de las condiciones financieras",

Y seguirán bajando salarios
La Comisión Europea cree que la productividad perderá fuelle en 2014, dado que básicamente España ha ganado productividad a base de bajar los salarios de los trabajadores. Y esa reducción de salarios seguirá a lo largo de este año (un 0,5% de media) de tal forma que Bruselas cree que la reducción de los costes laborales unitarios traerá mejoras de competitividad durante los dos próximos. La bajada de salarios tendrá repercusión en el consumo y por eso la UE entiende que la inflación seguirá siendo muy baja en España, de un 0,1% para este año y de un 0,.8% para el que viene, debido a la débil demanda interna y a la caída de los precios de la energía.

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