Bruselas ha descartado la posibilidad de que, tanto Europa como España, experimente una recesión en 2023. Por el contrario, la Comisión Europea calcula que la economía española crecerá un 4% este 2022, en línea con el pronóstico presentado el pasado mayo, y que lo haga en un 2,1% en 2023. Con esto, Europa desestima las previsiones y miedos instaurados por la derecha, comandada por Feijóo, sobre una recisión. Además, las previsiones decartan también una recesión técnica, que supondría una contracción del PIB durante dos trimestres consecutivos. 

Según estas previsiones, la economía española sería la séptima en crecimiento en el mercado comunitario en el presente ejercicio, al mismo nivel que Grecia y superada por Portugal, Eslovenia, Irlanda, Croacia, Hungría y Malta. Esto se debe a que el nivel de crecimiento del PIB español se sitúa por encima del 2,7% previsto para la media de la Unión Europea (UE) y del 2,6% de la zona euro en 2022.

De cara al próximo año, Bruselas estima un repunte del PIB de España del 2,1%. Si bien es cierto que esta nueva previsión supone una caída de hasta 1,3 puntos porcentuales menos de lo previsto en primavera y un 2,3% menos respecto a las previsiones de inicio de año (previas al inicio de la guerra); la cifra seguiría situándose, en todo caso, por encima del 1,5% de crecimiento previsto en 2023 para la media comunitaria y del 1,4% de la zona euro.

No obstante, Bruselas ha elevado la previsión de crecimiento de la inflación en España en 2022 al 8,1%, frente al 6,3% que apuntaba en sus previsiones de primavera y muy por encima del 3,6% pronosticado antes del inicio de la guerra de Ucrania. La cifra se sitúa por debajo de la media comunitaria del 8,3%, aunque por encima del 7,6% previsto para la zona euro.

Nivel europeo

El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha indicado que la inflación ha sido "revisada al alza debido a los altos precios de la energía" así como a otras presiones inflacionarias y ha añadido que los "riesgos están vinculados" a la evolución de la guerra de Ucrania, así como de los mercados energéticos. Respecto al crecimiento, el Ejecutivo comunitario ha proyectado que la economía de la Unión Europea repuntará un 2,7% en 2022, en línea con el pronóstico realizado en primavera, aunque rebaja una décima el crecimiento previsto para el PIB de la Eurozona, al 2,6%.

En paralelo, el Ejecutivo comunitario ha disparado su previsión de aumento de la inflación para cierre de este año hasta el 7,6% en la Eurozona en 2022 y al 8,3% para el conjunto de la UE, dos pronósticos que califica que "históricos" y que duplican con creces las proyecciones del Ejecutivo previas al inicio de la guerra, del 3,5%y del 3,9% respectivamente.

Para 2023, Bruselas espera que la inflación se contraiga hasta el 4% en la zona euro, lo que supone un aumento respecto al 2,7% de las previsiones de mayo. Para el conjunto de la UE, el Ejecutivo comunitario ha previsto que la inflación se sitúe en el 4,6%, por encima del 3,2% de las proyecciones de primavera.

De cara al próximo ejercicio, el Ejecutivo comunitario espera que el crecimiento económico trimestral cobre impulso, gracias a un mercado laboral resiliente, la moderación de la inflación, al apoyo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y al ahorro de los ciudadanos. El comisario de Economía ya indicó a principios de abril que Bruselas corregiría sus previsiones económicas de principios de año para tener en cuenta el impacto de la guerra de Ucrania, aunque descartó una recesión económica.